Una casa aislada de todo, una noche de tormenta. Madre, padre lisiado e hija están cenando. De pronto, golpean a la puerta. Son dos jóvenes pidiendo ayuda. Aunque la dueña de casa primero duda en abrirles, finalmente acepta hacerlo. Uno está herido, por lo que también le ofrecen curarlo hasta que se haga de día o pase la tormenta. Pero como cualquiera hubiera sospechado, ambos chicos eran una amenaza y pronto estallará la violencia. Así es el comienzo de El frío en los huesos.
Los dos toman como rehenes a los habitantes de la casa, para descubrir finalmente en ese lugar se esconden terribles secretos. La historia, de por sí tensa, se complejiza aún más, y la claustrofobia y la paranoia van en aumento. A mayor suspenso, mejor se vuelve la película que va avanzando hacia un clima oscuro y siniestro.
Aunque parte de una idea usada muchas veces, en este caso las cosas no son tan previsibles y el relato consigue sorprender y atrapar durante todo el film. Ahí, donde muchas producciones caen, El frío en los huesos sostiene la trama con rigor. La protagonista, Joely Richardson, es la actriz que encabeza un elenco que da lo mejor para que la historia funcione.
Una película pequeña y eficaz, para los que aman la tensión llevada al máximo. Está disponible en HBO Max.
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