La espera terminó y los seguidores de Misión imposible podrán sumergirse en una nueva aventura que contará con una segunda parte. El gran Tom Cruise vuelve a la acción (asumiendo con su corporalidad todas las escenas de riesgo) y demuestra una vez más que es la gran estrella de la industria. Misión imposible: sentencia mortal, Parte 1 (Mission: Impossible, Dead Reckoning Part One) trae de vuelta al agente Ethan Hunt en la piel de Cruise (la segunda entrega llegará el 28 de junio de 2024).
La historia se centra en una misión de alta tensión en la que Hunt debe recuperar dos partes de una llave cruciforme, un dispositivo apetecido por varias potencias. Entre ellas se encuentra la Entidad, una inteligencia artificial rebelde que amenaza con dominar el mundo. En su lucha, Ethan se reúne con viejos camaradas como Ilsa Faust (Rebecca Ferguson), Benji Dunn (Simon Pegg) y Luther Stickell (Ving Rhames), y se cruza con la misteriosa ladrona Grace (Hayley Atwell) y Gabriel (Esai Morales), un personaje clave en su pasado.
Esta entrega de Misión imposible se diferencia por su apuesta a la acción real, alejándose de las escenas generadas por efectos especiales que dominan la industria hoy en día. Uno de los momentos más notables es cuando Cruise, sin la ayuda de dobles, realiza un salto en motocicleta desde un precipicio, escena que fue promocionada en tráilers y detrás de cámaras. También destaca su humor, que fluye naturalmente de la situación en lugar de insertarse de forma forzada. El pasado de Hunt se despliega a lo largo de la trama, dando un nuevo giro a su personaje para los espectadores veteranos, sin dejar atrás a los recién llegados.
A pesar de su duración de casi tres horas (dos horas y 43 minutos), el film se desenvuelve sin apuro, dedicando tiempo a establecer los cimientos de la historia antes de que la tensión escale en los actos finales, y en ningún momento aburre ni se hace pesado para el espectador.
Misión imposible 7 llevó a su equipo de filmación en un impresionante viaje internacional, capturando escenas de acción en localizaciones tan diversas como Italia, Noruega y los Emiratos Árabes Unidos. En Italia, se filmó en emblemáticos lugares de Roma, Venecia y el Lago de Como. Noruega ofreció su imponente geografía para grabar audaces escenas, como Tom Cruise saltando desde la montaña Helsetkopen y una pelea en el techo de un tren en movimiento en Romsdalen. Finalmente, la producción se dirigió a los Emiratos Árabes Unidos, donde escogieron el desierto de Liwa y la terminal Midfield del aeropuerto de Abu Dabi como escenarios para más escenas de esta entrega de la saga.
La serie y las películas previas
Misión imposible fue primero una serie de televisión que se convirtió en un clásico. Se emitió por primera vez en 1966 y duró hasta 1973. La serie, protagonizada por Peter Graves como Jim Phelps, se centró en las hazañas de un equipo de agentes secretos del gobierno llamado Fuerza de Misiones Imposibles. A lo largo de siete temporadas y 171 episodios, los espectadores fueron cautivados por las tramas intrincadas y llenas de suspenso que requerían que los agentes utilizasen disfraces, tecnología avanzada y tácticas ingeniosas para lograr sus misiones imposibles.
Varias décadas después llegó esta adaptación al cine con Tom Cruise a la cabeza que protagonizó Misión imposible (1996), Misión imposible 2 (2000), Misión imposible III (2006), Misión imposible: Protocolo Fantasma (2011), Misión imposible: Nación Secreta (2015), Misión imposible: Repercusión (2018) y la séptima que se estrena ahora.
Misión imposible: sentencia mortal, Parte 1 es un buen ejemplo de cómo una saga puede mantener su frescura después de tantos años. Aunque no rompe moldes, su cuidadosa ejecución y compromiso con la acción real hacen que valga la pena verla. La película llega a los cines de América Latina el 13 de julio.
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