Más de cuatro décadas de carrera dejan en claro que Tom Hanks es una de las grandes estrellas del cine mundial. Comediante ejemplar, gran actor dramático, Hanks ha pasado por todos los géneros y ha obtenido todo tipo de reconocimientos, incluyendo dos premios Oscar. Pero el mayor galardón que detenta el actor es el cariño del público. No se puede ser estrella durante 40 años si los espectadores no te aprueban.
Un vecino gruñón (A Man Called Otto) es una película que sabe esto y está al servicio de todo el talento de Hanks. El proyecto surgió cuando él y su esposa, Rita Wilson, vieron la producción sueca del año 2015 Un hombre llamado Ove (En man som heter Ove) y vieron que podía hacerse una remake adaptada a Estados Unidos. Así es como él mismo oficia también como productor, además de ocupar el rol principal de la historia.
El título en castellano con el cual llegó a los cines y ahora a HBO Max es un poco confuso, porque da la impresión de que se trata de una comedia familiar sin mucho vuelo. Es una pena, ya que habrá espectadores que busquen algo que no es y, peor aún, muchos no querrán verla pensando que no es un largometraje tan bello y profundo como finalmente es.
El personaje central de esta comedia dramática es Otto Anderson (Tom Hanks), un hombre recientemente enviudado que aceptó la indemnización de la empresa en la que trabajó durante años. Jubilado y solo, vive en un barrio de casas iguales y contiguas, lo que se conoce como townhouse. Con un gran talento para arreglar cosas, Otto se ha encargado de forma estricta y obsesiva de que las cosas funcionen en ese pequeño barrio con unas pocas casas. Pero en su situación actual, cree que ya no tiene motivo para vivir y piensa en suicidarse para reencontrarse con su amada esposa. El humor negro es parte fundamental de la historia.
Todo cambia con la llegada de una familia vital y extrovertida que complicará el triste plan de Otto. Marisol llega con su marido y sus dos hijas, y altera el orden del lugar y de las rutinas del amargado vecino. La belleza del film consiste en exponer lo que todos saben excepto Otto: aunque él está convencido de que ya nada tiene sentido, a su alrededor todo le dice a gritos que no es así. Es una película muy emocionante y llena de humanidad, además del humor negro y sus momentos más graciosos. Otto es adorable, como el propio Hanks.
Quien busque reírse y emocionarse con buenas herramientas y honestidad cinematográfica, tiene aquí la opción ideal para disfrutar. No es un título vanguardista ni intenta cambiar las reglas del cine. Conocemos sus trucos, pero igual podemos disfrutarlos. Tom Hanks, muy cómodo con su papel, realiza una actuación brillante, pasando del humor al drama de forma impecable a lo largo de todo el largometraje. Un vecino gruñón es una película a su medida. Está disponible en HBO Max.
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