Una nueva ficción llega desde Turquía y conquista a los suscriptores de Netflix. Se trata de Una imagen para creer (Make me Believe) que cuenta la historia de amor entre Sahra (Ayça Aysin Turan) y Deniz (Ekin Koç). Mientras la muchacha va a encontrarse con su abuela Precious, el muchacho hace lo mismo con la suya Semiha, en la ciudad costera turca de Asoss.
Ambos se encuentran en una situación de pánico cuando descubren que sus abuelas han desaparecido juntas. Pero esta situación no es un simple accidente. Resulta que Sahra y Deniz, ahora atravesando la tercera década de sus vidas, tienen una historia de su adolescencia juntos, y sus abuelas planean reavivar esa vieja llama que empezó a arder hace 15 años.
Lo que sigue es una trama llena de intentos de las abuelas por reunir a los protagonistas, envueltos en malentendidos, risas y recuerdos de veranos pasados. Sahra, por su parte, es editora de una revista masculina en Estambul y se le asigna la tarea de conseguir una entrevista con un esquivo fotógrafo, que resulta ser el mismo Deniz.
El resto de la trama se desenvuelve entre idas y venidas, con Sahra y Deniz que van desde la rivalidad hasta la atracción, el surgimiento de antiguos rencores, y la inevitable revelación de la verdadera intención de Sahra detrás de la ansiada entrevista.
Sin embargo, como en todas las historias, tiene sus deslices. Los planes de las abuelas para unir a Sahra y Deniz parecen desvanecerse a mitad del film. El rencor que Deniz mantiene contra Sahra no se aclara hasta bien entrada la trama, y cuando finalmente se revela, no parece tener la importancia que se le atribuía al principio.
Una imagen para creer, dirigida por Evren Karabiyik Günaydin y Murat Saraçoglu, es una comedia romántica que sigue el patrón clásico del género, pero con un encanto y una calidez innegables, gracias en gran medida a la excelente química entre Koç y Turan.
Pero si algo es indiscutible, es que esta película es un festín para los ojos, con un paisaje espectacular de la costa del Egeo, escenas impresionantes de la hora dorada de Asoss, y, por supuesto, dos protagonistas que son un verdadero placer de ver en pantalla.
El éxito de las ficciones turcas
Con historias que combinan drama, romance y toques de humor, estas producciones ofrecen una mirada fresca y cautivadora a una cultura rica y diversa. Gracias a la proliferación de plataformas de streaming como Netflix, las series y películas turcas han logrado una visibilidad internacional sin precedentes, alcanzando a espectadores que, de otra manera, no habrían tenido acceso a este tipo de contenido. Su éxito no sólo demuestra la universalidad de las historias bien contadas, sino también la creciente demanda de diversidad en nuestras pantallas.
Otros títulos que tuvieron gran aceptación en el servicio fueron la película Sé tu misma y las series El sastre o Mi otra yo, por solo mencionar algunas de ellas. Una imagen para creer invita a sumergirse en una ligera y tierna historia de amor en un escenario paradisíaco donde todo es posible.
Seguir leyendo: