El pasado no duerme (Schlafende Hunde) llegó desde Alemania y se convirtió en una de las favoritas en Netflix. “Un alto oficial de policía caído y una joven fiscal prometedora que abren un expediente de asesinato cerrado por diferentes motivos, y con él la caja de Pandora. Ambos siguen el rastro sangriento de una conspiración que parece adentrarse cada vez más en la policía y el poder judicial. ¿O todo está relacionado con un atentado terrorista que sacudió la ciudad hace año y medio?”, así resume la sinopsis de esta serie de seis episodios que te atrapa desde el primer instante.
En esta apasionante trama, el ex inspector de policía Mike Atlas (Max Riemelt) y sus antiguos compañeros, Luka Zaric (Carlo Ljubek) y Roland Sokowski (Antonio Wannek), encerraron a Mussa Basher, un joven marroquí acusado del asesinato de un destacado juez berlinés. Sin embargo, casi un año después del juicio, Atlas ha abandonado su carrera, su esposa Lenni (Peri Baumeister) y su hija adolescente Tinka (Tara Corrigan), y ahora vive en la calle, atormentado por los recuerdos fragmentados del caso de Mussa y de un trágico incendio en un festival.
Mussa siempre afirmó su inocencia, pero con su suicidio, la fiscal novata Jule Andergast (Luise von Finckh) debe evaluar qué lo desencadenó y si es necesario abrir una nueva investigación. No obstante, sus preguntas sobre el comportamiento de Mussa en la cárcel y sus visitantes, especialmente su desaparecido amigo Idris, son rápidamente rechazadas por su dura jefa. Esta última es la fiscal del distrito (Melika Foroutan), quien coincide con Hartloff (Martin Wuttke), un poderoso abogado defensor, en que no hay motivos para reexaminar esta investigación pasada.
El exoficial también tiene sus propios motivos para reabrir el caso, aunque nadie le presta atención desde que dejó su carrera en desgracia. “En lugar de buscar terapia, te dejaste llevar”, le dice la fiscal. “Quiero que vuelvas, pero necesitas ayuda profesional con urgencia”. A medida que Jule descubre nuevas pruebas sobre la vida de Mussa y la verdadera naturaleza de su relación con Idris, surgen más preguntas que los llevan directamente a la oficina del fiscal del distrito, al escurridizo abogado Hartloff y a la investigación original del asesinato de Atlas, Luka y Roland.
El encanto de la nueva serie alemana de Netflix
El pasado no duerme teje un hilo intrigante en su primera etapa. El trauma ha convertido a Mike Atlas en un hombre que no confía en sus propios recuerdos, pero que, al mismo tiempo, está decidido a descubrir la verdad. Max Riemelt retrata hábilmente a este personaje con problemas de salud mental y que está decidido a recuperar la vida que perdió.
Por otro lado, la otra protagonista lucha por escapar del legado de su madre abogada fallecida, al tiempo que cuestiona la narrativa cerrada que su dura jefa, la fiscal del distrito, está vendiendo sobre el veredicto contra Mussa que se dictó hace varios años. Jule es joven, ambiciosa y tenaz, lo que la lleva a chocar con el retirado agente en repetidas ocasiones. En medio de todo esto, queda claro que alguien está mintiendo y a lo largo de los capítulos saldrán a la luz suficientes revelaciones.
El pasado no duerme es una producción de Netflix que desentraña los secretos ocultos detrás de un caso aparentemente resuelto. Con actuaciones destacadas y una historia intrigante llena de giros, esta serie se posiciona como uno de los mejores estrenos del 2023.
Seguir leyendo: