El streaming nos ha permitido descubrir un mundo de películas que eran desconocidas para la mayoría de los espectadores. El misterio del dragón (Viy 2) es un claro ejemplo de ello. Se trata de una película de aventuras clásicas, una historia llena de acción que busca evocar los géneros más conocidos. Sin embargo, es una verdadera rareza cinematográfica a pesar de sus intenciones genéricas mencionadas.
La trama sigue al cartógrafo inglés Jonathan Green (Jason Flemyng), quien recibe la misión de crear un mapa de las zonas más remotas de Rusia. Durante su extenso viaje, Jonathan vivirá toda clase de aventuras, desde encuentros con extrañas criaturas y batallas con expertos en artes marciales, hasta enfrentamientos con temibles brujas milenarias ocultas en los rincones más remotos de la legendaria China. Sin embargo, estos serán desafíos menores cuando deba enfrentarse al mayor de los enemigos jamás creado por la magia negra: el gran Rey de los Dragones.
Pero lo que realmente llama la atención es que se trata de una producción entre Rusia, China y Estados Unidos. Y más raro aún es que se trata de una secuela. Fue en el año 2014 que se estrenó Viy 2, una película rusa que se convirtió en el título más taquillero del año en su país, aunque en el resto del mundo no llegó a verse en salas de cine. Su título internacional fue Forbidden Kingdom y se trataba de una adaptación del texto de Nikolái Gógol, el novelista ruso de origen ucraniano que ha sido la base de muchos largometrajes de género.
No queda aquí rastro de Gógol, pero sí aparece una clara influencia de Alejandro Dumas y El hombre de la máscara de hierro. Y ese es el motivo por el cual el título internacional de la película es The Iron Mask. Ahora llegó a Netflix, como parte del desembarco de Arnold Schwarzenegger en este servicio de streaming. El título de El misterio del dragón capta de forma clara el espíritu de aventuras y fantasía de la historia. Se le agrega, además, todo el universo de las historias del Lejano Oriente, dándole a la película un estilo diferente al de su antecesora.
Aunque es una secuela de una película rusa, sorprende su elenco internacional con estrellas de oriente y occidente. El protagonista de las dos películas es el británico Jason Flemyng, actor de larga trayectoria que aporta su rostro conocido para el papel central. También trabaja en ambas películas Charles Dance, otro secundario clásico de las últimas décadas. Gracias al éxito enorme de la primera película, dos estrellas enormes se sumaron a la secuela. Arnold Schwarzenegger y Jackie Chan no solo actúan, también son los productores. Un placer adicional es ver también a Rutger Hauer, otro querido actor que tuvo aquí el último papel de su vida.
Chan y Schwarzenegger ya habían compartido cartel en una poco lograda adaptación de La vuelta al mundo en 80 días y aquí se reencuentran en una historia de aventuras al estilo siglo XIX. Ellos son lo mejor de la película, porque cuando comparten escena no solo demuestran su carisma natural, sino que además tienen sus diálogos ajustados a la personalidad y la carrera de ambos. Siendo los productores, dan lo mejor para que la película tenga una calidad acorde a sus ambiciones. Fuera de ellos dos, el largometraje se hace demasiado largo y también confuso. Se nota cierta limitación de presupuesto, a pesar de sus búsquedas grandilocuentes.
Se ha comentado que hay planes para una tercera parte ambientada en la India, usando algunas estrellas de Bollywood, pero no hay nada confirmado a pesar de lo prometedor que podría ser semejante plan. Es posible incluso que ese formato le quede mejor a este largometraje que se ve algo barato para ser una producción gigante y algo caro si se piensa que nadie en occidente conocía su existencia.
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