“Cromosoma 21”, un policial que marcó un hito en la historia de las series

Esta producción de intriga criminal en Netflix tiene como protagonista a un hombre con síndrome de Down

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La policía descubre a un hombre con síndrome de Down escondido en la escena de un crimen e inicia una investigación para determinar si es un testigo o un sospechoso. (Netflix)

Hace décadas que las personas con síndrome de Down forman parte de las historias de ficción en el cine y la televisión. La sociedad ha logrado evolucionar a tal punto que esto no es algo inesperado ni mucho menos. Muchos han tenido éxitos y carreras notables, ganando merecidos premios por sus trabajos. Sin embargo, es mucho menos habitual que una de estas personas protagonice una historia policial. Tal es el caso de Cromosoma 21, la serie chilena de diez episodios que se estrenó con gran éxito en Netflix en febrero de este año.

El título hace alusión directa al personaje principal, Tomy (Sebastián Solorza), un hombre de 26 años con síndrome de Down que es encontrado en la escena de un crimen. Lo que la policía no puede establecer con claridad es si Tomy es un testigo de lo ocurrido o si debe ser tomado como el autor de un homicidio. Esta es la gran novedad que trae esta producción, que se debate por la trama policial, pero que inevitablemente coloca al síndrome de Down en el centro de la investigación y los argumentos de los que lo acusan así como de quienes lo defienden.

"Cromosoma 21" ofrece una mirada
"Cromosoma 21" ofrece una mirada profunda al síndrome de Down. (Netflix)

Las personas con síndrome de Down son aquellas que tienen un cromosoma de más en el par 21 original (tres cromosomas: “trisomía” del par 21) en las células del organismo. Por eso, la serie se llama Cromosoma 21, lo que deja en claro que esto no será irrelevante para el desarrollo de la historia. Lo más innovador no es que el protagonista y otros personajes tengan síndrome de Down, sino cómo les da un desarrollo mucho mayor al habitual e incluso se atreve a jugar con cierta ambigüedad con respecto a lo que el protagonista es o puede ser.

Justamente, en esta época donde la integración y la diversidad se valoran mucho, el paso más avanzado de esto ya no es la creación idealizada de estos personajes que antes directamente no existían. Tomy tiene un pasado de complicidad delictiva con su hermano, apodado Bekam (Gastón Salgado). Bekam ha usado a su hermano para realizar diferentes robos, aprovechando su condición para distraer en lugares públicos. El vínculo entre ambos complica aún más la situación de Tomy frente a la justicia. En los primeros episodios se sostiene con mayor efectividad esa ambigüedad, logrando que sea un misterio qué es lo que piensa el joven sospechoso que ha sido arrestado.

Diversidad y justicia en la
Diversidad y justicia en la trama central de la serie chilena. (Netflix)

Y la otra historia de Cromosoma 21 es la de Mariana Enríquez (Valentina Muhr), subcomisaria de la Policía de Investigaciones de Chile, separada y madre de una niña de ocho años. Este personaje tiene sus propios conflictos personales cuando además, y tensionando aún más la investigación, se compromete emocionalmente con la historia de Tomy. Ella sospecha que hay algo más y no se conforma con las versiones oficiales y el intento de resolver todo rápido por el peso mediático que tiene llevar a Tomy a juicio.

La serie también cuenta la historia de Tomy y Cristina (Pía Urrutia), quienes son novios a pesar de la diferencia de clases y la resistencia de la familia de ella a que la joven tenga una pareja en general y con Tomy en particular por sus antecedentes y forma de vida. En eso, toca un tema que para muchos es tabú y que ha sido escondido o tergiversado durante mucho tiempo. Cromosoma 21 también da un paso adelante en ese aspecto y es muy valorable.

La lucha de una subcomisaria
La lucha de una subcomisaria por descubrir la verdad en "Cromosoma 21". (Netflix)

Por supuesto, y finalmente, lo más importante en una serie es si tiene la calidad que la haga relevante o interesante de ver. Una vez que esta historia establece sus reglas y presenta a sus personajes, la novedad va quedando de lado y uno se concentra en la trama. Aunque el síndrome de Down no deja de ser algo central, justamente porque los argumentos a favor y en contra del acusado giran en parte en torno a eso, el espectador ya acepta a los personajes como tales y ve las limitaciones del guion.

Tal vez la clara muestra de integración de Cromosoma 21 es que puede ser analizada y criticada como cualquier otra. Se vuelve previsible en muchos aspectos y pierde energía con el correr de los capítulos. El desenlace no es sorprendente, aunque por supuesto es difícil dejar de mirar la serie porque queremos confirmar si esta termina como nos imaginamos o si tiene una vuelta de tuerca completamente sorprendente.

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