Parece mentira que aquella película estrenada en el año 2001 esté llegando ahora a su décima parte. Un largo camino que no termina aquí, porque Rápidos y furiosos 10 (Fast X) es sólo la primera parte de la entrega final. En el año 2025, llegará la continuación de la película que ya se estrenó y algunos comentan que tampoco será el cierre. El éxito acompañó a estas películas desde el comienzo, pero fue recién en la quinta parte que, además de dinero, estas películas consiguieron críticas favoritas. Cuando dejaron de tener en el centro las carreras clandestinas y se entregaron a la aventura gigante más los elencos multitudinarios, la saga mejoró y renovó su crédito.
La décima entrega tiene obviamente como protagonista a Dominic Toretto (Vin Diesel) que deberá proteger a su equipo y a su familia de una nueva amenaza. Dante Reyes (Jason Momoa) es el hijo del mafioso y narcotraficante brasileño Hernán Reyes (Joaquín de Almeida), el enemigo de la quinta parte. Desde hace años, Dante planea una venganza que será el centro de la trama y que moverá todas las piezas del tablero, generando nuevas batallas, con nuevos amigos y nuevos enemigos. Es un buen punto de partida, porque esa fue la película que marcó el mejor momento de esta serie cinematográfica. El director de ese entonces, Justin Lin, era el realizador de Rápidos y furiosos 10, pero sus peleas con Diesel llevaron a que fuera reemplazado por Louis Letterrier.
Desde el comienzo quedan claras varias cosas. El largometraje, con un presupuesto de 340 millones de dólares, es una superproducción que no escatimó en gastos. Se ve en pantalla y se agradece. El elenco es escandalosamente multitudinario, con las estrellas ya conocidas y algunas más. Dos ejemplos alcanzan: cuatro actrices ganadoras del Oscar participan de la película: Helen Mirren (Queenie), Charlize Theron (Cipher), Brie Larson (Tess) y Rita Moreno (abuelita). Regresan otros personajes que no anticiparemos y, al uso de la saga, cualquier actor gigante de tamaño debe sumarse. En este caso Momoa, pero también Alan Ritchson, el actor de la serie Jack Reacher que aquí interpreta a Aimes, un miembro de la agencia que busca capturar a Toretto y su gente. Y por supuesto, se nota que todo apunta a hacer felices a los fans. Dos escenas de acción a la altura de lo esperado marcan los dos grandes momentos con autos y otros medios de locomoción. En el medio hay varias más, pero son dos las más importantes de Fast X.
Ya en la película número nueve la sensación de agotamiento se sentía y acá, a pesar de todo el show, también. La feliz inverosimilitud de cada escena supo sorprender y divertir en su momento, pero acá más que un concepto estético parece un acto de pereza por no saber cómo resolver las escenas. En las más espectaculares resulta divertido, pero es en las otras que molesta más. El truco consiste en no dejar un respiro para pensar y lo consigue, pero no todo el tiempo.
Cada personaje tiene su escena y su momento. Además del protagonista Vin Diesel y el villano Jason Momoa, está el equipo formado por Michelle Rodriguez, Theron, Tyrese Gibson, Chris Ludacris Bridges, Nathalie Emmanuel y Sung Kang. Y no faltan Jordana Brewster, Jason Statham, Helen Mirren, John Cena, Scott Eastwood, a los que se suman Brie Larson, Daniela Melchior, Alan Ritchson y Rita Moreno. Nadie se sorprenderá si decimos que no son los únicos y que hay más nombres grandes en la pantalla. Así de enorme es todo.
El público respondió durante más de veinte años y hoy queda claro que muchos de los fans posiblemente no hayan visto ninguna película antes de la cinco, seguramente por eso es una buena idea conectarse con ese exitoso y tan logrado título. Nadie que no sea seguidor de la saga podrá entender lo que pasa y las muchas escenas sensibleras detienen y distraen de la acción. La película es generosa con sus seguidores pero no lo es tanto con el cine.
Rápidos y furiosos 10 llegó a los cines de América Latina el pasado 18 de mayo.
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