Evil Dead: el despertar (Evil Dead Rise) es la quinta película de The Evil Dead, una serie de títulos que nació en el año 1981 y fue creada por el maestro del cine de terror Sam Raimi. Ya en el año 2013 se realizó la remake de aquella primera película y llevó cómo título Posesión infernal (Evil Dead). Su director, el uruguayo Fede Álvarez, logró reinventar el concepto y el éxito fue tanto de público como de crítica.
No es una secuela de la película del 2013 ni tampoco una remake de los títulos anteriores. Funciona de manera independiente, como si fuera la primera película sobre el libro de los muertos y las fuerzas que este libera. Pero a la vez, y con inteligencia, el director y guionista Lee Cronin, realiza muchos guiños y referencias a Evil Dead 2 (1987) para que los fans estén a gusto. No toma el sentido del humor de las películas de Raimi, porque el drama se impone, pero igual les rinde homenaje.
Luego de un prólogo con cabaña en el bosque, la película pasa a la ciudad, algo que representa un cambio para la franquicia. Las protagonistas son dos hermanas, Ellie y Beth. Ellie (Alyssa Sutherland) es una madre de tres hijos, dos adolescentes y una pequeña, y se ha divorciado recientemente. Beth (Lilly Sullivan) es la hermana menor, la rebelde que vive en el mundo del rock. Beth viaja a reencontrarse con Ellie cuando descubre que está embarazada.
La hermana mayor vive en un edificio viejo que está a punto de ser demolido. En la noche del reencuentro ocurre un terremoto y bajo el estacionamiento del lugar descubren un misterioso libro que desatará el mal. Las dos mujeres, los niños y los pocos vecinos, se enfrentarán a una noche en el infierno sin saber si podrán sobrevivir.
La película es, a pesar de formar parte de una franquicia, bastante original y logra entretener de forma muy efectiva. Tiene una buena dosis de sangre y momentos escalofriantes. No es una película para tener pesadillas, sino para impresionarse mientras uno la ve. El tema de las hermanas y sus problemas le da una fuerza extra a la trama y permite una identificación y una emoción que no siempre es fácil de conseguir en el género.
Aunque el guion tiene algunas partes flojas, la potencia del relato se impone y las dos actrices principales consiguen que el espectador se quede enganchado de una punta a la otra de la película. Las posibilidades de más películas de Evil Dead es evidente y luego de ver Evil Dead Rise se puede incluso soñar con que, además, sean buenas y originales.
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