El nombre Perry Mason les suena a muchas generaciones de espectadores porque este personaje supo ser uno de los éxitos más grandes de toda la historia de la televisión. Este drama policial y judicial se emitió entre 1957 y 1966 y tuvo un total de nueve temporadas y doscientos setenta y un episodios. El protagonista de aquella serie era Raymond Burr y ese fue su rol más importante. El personaje de la serie era una creación previa del escritor Erle Stanley Gardner y muchos de los episodios de la serie fueron adaptaciones de las historias originales de Gardner. Mason era un abogado criminalista de Los Ángeles y sus casos estaban relacionados con homicidios. La serie fue tan querida que más tarde se hicieron varios telefilms con Raymond Burr en el rol central, desde 1985 hasta su muerte, luego de la cual hubo dos películas más.
La serie de HBO Max necesitaba hacer dos cosas, jugar con el recuerdo del personaje y a la vez darle un enfoque completamente nuevo, que fuera más fiel a los libros de Erle Stanley Gardner y a la vez que tuviera un formato acorde a la narración de las series actuales. Cuando en el año 2020 se estrenó la primera temporada quedó muy en claro que se habían logrado ambos objetivos. Perry Mason resuena en el imaginario como para llamar la atención en la grilla de programación y cuando uno empieza a ver la serie no hay nada antiguo o pasado de moda. Sin embargo, el espíritu es el mismo. Matthew Rhys es el protagonista de esta nueva versión que tiene varios grandes actores acompañando, tanto en la primera temporada como en la recién estrenada segunda.
La temporada uno empieza con el crimen más terrible posible. El pago por el rescate de un bebé secuestrado termina en desastre cuando los padres se encuentran con que su hijo está muerto. Esta atrocidad escandaliza a la sociedad y Mason, que todavía es un asociado de un estudio de abogados, debe enfrentarse a una investigación cuyas ramificaciones incluyen un grupo religioso creciente y la fuerza policial de la ciudad. La serie tiene el más puro espíritu del policial negro clásico y transcurre a comienzo de la década del treinta. El clima de pesadilla propio del género recreado a la perfección. Mason, además, sufre los traumas de haber estado en la guerra y las deudas por las cuales va a perder una casa que perteneció a su familia. Dentro de la ambigüedad del personaje, parece que hay un costado noble que lucha por aparecer. Esto se notará aún más en la segunda temporada.
La temporada dos confirma cómo será la estructura de esta nueva serie, que lleva a ocho episodios lo que la versión clásica resolvía en uno. Pero el esquema se parece. La víctima aparece como un rol central en el episodio 1 de esta nueva temporada y dicho capítulo cierra con el enigma de su asesinato. Perry Mason deberá defender a quienes han sido acusados, oponiéndose a lo que la alcaldía y la fuerza policial quiere mostrar como un caso fácil ya listo para ser cerrado. El costado judicial de la serie aumenta aún más en la temporada 2. Todos los personajes y el contexto están logrados en lo que debe ser una de las series más logradas de la actualidad en ese aspecto. Ojalá esta segunda etapa sea una más de muchas por venir.
Perry Mason tiene una temporada completa y todos los lunes capítulos estreno de la segunda en HBO y HBO Max.
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