En 2020, el film Bloodshot fue lanzado al cine esperando que fuera una digna competidora en un mundo dominado por DC y Marvel. Sin embargo, la producción fue un fracaso con la crítica y la taquilla. Con un presupuesto de 45 millones de dólares, la película recaudó apenas 37 millones, significando un descalabro para Sony Pictures, quien decidió cancelar las posibles secuelas.
Ahora que este título llegó a Netflix, se ha ubicado rápidamente en el top ten del servicio de entretenimiento. Vin Diesel es el protagonista de la historia adaptada de un cómic y presenta al reconocido actor como una máquina de matar en lo que se asemejaba a una historia de origen de superhéroes con más giros de los esperado, pero en última instancia, es una excusa para presentar una trama cargada de mucha acción.
Diesel interpreta a Ray Garrison, un soldado introducido en una peligrosa misión antes de ser secuestrado y finalmente asesinado. Todo eso ocurre en los primeros cinco minutos del film. El personaje es resucitado por la corporación RST, una sombría compañía que convierte a los guerreros heridos en supersoldados con mejoras similares a las de Robocop.
Ray, sin embargo, es la obra maestra de la compañía habiendo tomado prestados cuerpos de los militares para perfeccionar la nanotecnología que lo trajo de vuelta y que lo convierte en una fuerza imparable, capaz de regenerarse casi instantáneamente cuando se daña. Se le describe como un prototipo multimillonario, bajo la administración del visionario tecnológico Dr. Emil Harting (Guy Pearce, un poco enlocogándolo).
El protagonista también se une a un equipo de soldados con sus propias mejoras, entre ellos KT (Eiza González), que parece especialmente empática con la difícil situación de Ray, especialmente la que incluye no tener recuerdos de su pasado. No obstante, cuando las imágenes comienzan a volver al superhumano, lo primero que viene a su mente es cómo murió. Ahí es cuando invadido por la rabia y enojo, buscará vengarse y está bien equipado para poder hacerlo.
La historia gira en torno a esta arma humana que busca reclamar su independencia, y tal vez que se le regrese un poco de la humanidad que perdió en el camino. El director David S.F. Wilson tiene experiencia en efectos visuales y videojuegos. Aquí trabajó a partir de una adaptación del cómic Valiant de los escritores Jeff Wadlow y Eric Heisserer e hizo que la película luciera como si el espectador estuviera en un juego de disparos en primera persona.
El largometraje está tan cargado de efectos especiales y escenas de acción, que hacen que el protagonista tenga muy pocos diálogos durante la trama, a pesar de llevar el mayor peso de la historia. Vin Diesel además figura como productor de la película.
Para críticos como Tim Grierson de Screen Daily, “Bloodshot cuenta con una destreza competente y un final exagerado que no está exento de encantos ridículos. Pero para una película que defiende la importancia de escribir el propio futuro, ciertamente se siente endeudado con los exitos de taquilla de antaño”, dijo.
Bloodshot era el primer paso de Sony para establecer una nueva franquicia inspirada en el personaje de Valiant Comics. La compañía también estaba planeando crear películas basadas en los cómics Harbinger de Valiant. Con esto se quería crear un nuevo universo de superhéroes que hiciera competencia a Marvel y DC, pero el mal recibimiento de la película hizo que todos estos planes se desecharan.
Puedes ver Bloodshot que está disponible en Netflix.
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