En la historia del cine, la televisión y también de la literatura, existen historias narradas de manera no cronológica. Pero años atrás, no había forma de elegir el orden en el cuál uno miraba la historia, salvo que se tratara de un libro. Hasta incluso un clásico como la trilogía de El padrino (1972-1990) llegó a editarse con un montaje diferente al que tuvo en el momento de su estreno. Sin embargo, es recién con el streaming, que la chance de jugar a mirar una misma narración en diferente orden puede ser parte de un plan de quienes la realizaron.
Caleidoscopio es una miniserie de ocho episodios con la cual Netflix arranca fuerte la temporada 2023. Su historia es muy simple: cuenta la historia de un ambicioso robo llevado adelante por un veterano ladrón y una banda ecléctica formada para dicho atraco. La cifra para robar es nada menos que de siete mil millones de dólares pero el trabajo es muy complejo y un evento fuera de todo control aumentará aún más el riesgo frente a tamaña empresa. Pero la gracia no está en la historia en sí misma, bastante ordinaria, sino en la forma en la cual ha sido estructurada la narración, que en teoría puede alterarse sin consecuencias en la comprensión de lo que se cuenta.
Cada episodio está diferenciado por un color y al comienzo se aclara el momento en el cual transcurre. Netflix estrenó los ocho episodios de la siguiente manera: Verde: Siete años antes del robo. Amarillo. Seis semanas antes del robo. Violeta: Veinticinco años antes del robo. Naranja: Tres semanas antes del robo. Azul: Cinco días antes del robo. Rojo: La mañana después del robo. Rosa: Seis meses después del robo. Blanco: El robo. Quien se entregue a este orden no se perderá dentro de la trama, porque todo es muy claro y funciona como en muchas otras historias funcionan los flashbacks, aún cuando esto no sea exactamente igual. ¿Pero es la mejor forma de verla?
La respuesta a cuál es el orden correcto es bastante fácil de explicar: Si se acepta la cronología de Netflix, el episodio Rosa, es decir seis meses después del robo, es el cierre de la historia y al ser visto en séptimo lugar hace que el gran momento, el robo -el episodio blanco-, ubicado en esa cronología como el octavo pierde absolutamente todo el interés. Casi todos los espectadores verán este orden y es posible que la mayoría pierda cualquier recuerdo o registro del episodio blanco, ya que ya sabe cómo termina la historia y el robo es completamente irrelevante a partir de ello.
Quienes hemos tenido la desgracia de usar ese orden debemos ser generosos con los demás y aconsejarle la cronología clásica. Esto sería de la siguiente manera: Violeta, Verde, Amarillo, Naranja, Azul, Blanco, Rojo y Rosa. Una vez que uno ve un orden no hay vuelta atrás, ya se sabe todo y no es Caleidoscopio la clase de miniserie que un ser humano quisiera ver en más de una ocasión. Todas las propuestas para combinar distintos órdenes se agotan en la primera visión. Es un ingenioso truco de marketing, una idea juguetona para atraer a espectadores aplastados por una sobre oferta, pero de ahí a representar algún interés o relevancia, hay un largo camino. Por momentos, solo por momentos, recuerda a la obra maestra de Stanley Kubrick, Casta de malditos (The Killing, 1957) que inspiró, entre otros, a cineastas como Quentin Tarantino y sus divertidos juegos temporales en sus películas.
Por todo lo explicado no se puede contar nada sobre la trama, aunque los nombres de los episodios muestran la duración de la historia que abarcan estos ocho capítulos. Sí se puede decir que los personajes principales los interpretan Giancarlo Esposito, Paz Vega, Jai Courtney y Rufus Sewell. La miniserie tiene los grandes ingredientes del género de grandes robos, incluyendo sus lugares comunes. Esto puede tomarse como algo aburrido o divertido, dependiendo del amor por los géneros estrictos que cada espectador tenga.
Como dato curioso la actriz española Paz Vega interpreta a una argentina hija de desaparecidos y nieta de españoles perseguidos por Franco, lo que le da pie para decir que en Estados Unidos se vive igual en esos períodos históricos. Un detalle de una irresponsabilidad y falsedad que le quita un poco más de seriedad a la miniserie. No es lo peor de Caleidoscopio pero será motivo de distracción que conozcan algo de dichos eventos. Lo más importante es que la narración clásica ha funcionado durante toda la historia de los medios audiovisuales por un motivo y alterarla es solo una excepción para la que se precisa talento y grandes ideas. Nada de eso tiene Caleidoscopio.
Caleidoscopio ya estrenó la temporada completa en Netflix.
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