Hay dos tipos de series documentales hoy en día. Aquellos que narran lo que los involucrados no quieren que se sepa y, por el contrario, los que sólo suministran la versión oficial entregada y aprobada por los protagonistas. Aunque Harry & Meghan pretende vestirse de polémico, en realidad lo que hace es contar algunas cosas negativas de la realeza, el capitalismo y la prensa para luego lanzarse a su objetivo principal: mostrar que Harry y Meghan son los dos mejores seres humanos que hayan vivido en el planeta Tierra. Es decir que juega a ser polémico pero es exactamente todo lo contrario. Critica de forma implacable y minuciosa el mundo de los chismes y la prensa amarilla pero luego cuenta chismes amarillistas en cada episodio. Sabe que los espectadores que quieren ver esta historia son los mismos que mirarían The Crown por los secretos sucios o comprarían las publicaciones escandalosas que la serie señala como el enemigo.
No hay absolutamente nada de malo en realizar documentales comerciales y la realeza es un imán para el público de gran parte del mundo. Esta serie no será ignorada por ningún seguidor de la temática, para bien o para mal. A pesar de que a alguno de los entrevistados el capitalismo le parece muy malo, en la serie está claro que se observa una vida de ricos y famosos criticando solo algunos de ellos pero fascinándose con otros. También hay villanos de la clase trabajadora, como la familia por parte de padre de Meghan, todos vendidos al periodismo, definitivamente el monstruo elegido para combatir. Tal vez lo mejor de esta serie es cuando Harry explica cómo funciona el vínculo entre la prensa y la Familia Real Británica. Es uno de los pocos instantes en el que documental deja de ser una propaganda de la pareja para otorgarnos algo de información genuina.
La historia comienza con la noticia de la pareja dejando los deberes de la familia real. A partir de allí se van recorriendo los diferentes momentos de su historia. Ellos cuentan cómo se conocieron, como avanzó su relación e incluso se retrocede hasta la infancia de ambos, buscando en ambos casos explicaciones para mostrar lo difícil que ha sido el camino de ambos así como sus puntos en común. Este ir y venir en la cronología igual respeta una línea central que avanza de manera tradicional para ir generando suspenso y abriendo interrogantes.
Más allá del negocio y el ego de los protagonistas, el motivo para hacer el documental es contar una historia que ellos consideran no se ha contado. Y ahí la clave es ver quienes producen la serie. Junto a Netflix, aparece Archewell Productions. ¿Y qué es Archewell Productions? Justamente es la productora de Harry y Meghan, parte de una organización que incluye la fundación benéfica sin fines de lucro de la pareja y las divisiones comerciales que se enfocan en la producción de medios, como este documental de seis episodios. No hay una sola imagen, una sola palabra, una sola decisión que no haya sido aprobada por ellos. El problema es que se nota y pierde encanto. El documental no se va nunca de control.
Nada de lo mencionado indica que sea falso lo que cuentan. Son la biografía oficial hecha por ellos, de la misma manera que la realeza tiene su propia historia oficial. Pero acá nos dicen que es la historia de los buenos, confirmando su condición de propaganda. Harry es inteligente, sensible, deconstruido, valiente, generoso, con conciencia ambiental y social. Y Megan es aún mejor, porque es todo eso, pero además es una actriz talentosa, una luchadora por los derechos civiles, una feminista, una filántropa total y una mente brillante. Todo esto confirmado por ella misma, sus amigas y su mamá. Es un poco incómodo todo, para ser sinceros. Hay una diferencia entre contar una historia con un punto de vista poco conocido y el hacer un autobombo de esta extensión.
La serie tiene la inteligencia de cumplir con todos los discursos a la moda. Combate el racismo, el machismo, el colonialismo, el capitalismo, el periodismo y usa todas las cartas posibles para que nos caigan bien Harry y Meghan. Se esfuerzan demasiado, confundiendo causas nobles con el deseo de estos dos ricos y famosos de ser, además de todo, amados y respetados por todos. Pero el carisma no está a la venta. Lady Di, utilizada para generar un paralelo poco feliz, es tomada como el camino a seguir, así como la marca de los peligros de ese mundo. Harry dice que Meghan le hace acordar a su mamá. Frases sueltas que merecían una repregunta, pero no hay cuestionamiento alguno ni profundidad en este estreno de Netflix.
Harry y Meghan ya tiene su primera parte disponible en Netflix.
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