Revancha (Southpaw, 2015) es una clásica y muy lograda película de boxeo que cumple con todas las reglas del género y mantiene la tensión desde el comienzo hasta el final. Cuenta la vida de Billy Hope (Jake Gyllenhaal), un exitoso campeón mundial en la categoría de peso semipesado. A sus triunfos profesionales les suma una vida familiar feliz. Su esposa Maureen (Rachel McAdams) y su hija Leila (Oona Laurence), lo acompañan en su carrera. Pero una historia que empieza tan feliz sabemos que será trastocada de alguna manera para que comience el drama.
La tragedia que se desata a partir de un conflicto con el boxeador Miguel “Magic” Escobar (Miguel Gómez) lo sacará a Billy del camino y deberá realizar, si puede, el largo camino de regreso hacia la cima. No es solo un conflicto deportivo, sino todo un derrotero de redención mucho más difícil que cualquier conflicto que haya tenido que enfrentar anteriormente. En ese trayecto decide pedir la ayuda de Titus “Tick” Wills (Forest Whitaker), un entrenador de primer nivel que se ha retirado del mundo profesional y solo entrena aficionados.
Este resumen deja en claro que clase de película que es, aunque también es importante resaltar que hay más drama que boxeo, que no se trata de una película de Rocky sino de un estilo más conflicto humano donde el boxeo no está tan en el centro, aún cuando todo lo que alguien que ame este deporte disfrutará del nervio con el cual el film ha sido filmado.
El director es Antoine Fuqua, famoso realizador de cine de acción, responsable de Día de entrenamiento (2001), Tirador (2007) y El justiciero (2014). Su trabajo aquí es impecable y los momentos de mayor tensión son tan poderosos como los de cualquier gran film deportivo. Su experiencia queda demostrada con creces y el tener a actores tan importantes para los roles principales le permite que no solo funcione lo espectacular sino también lo más intimista. Un gran título dentro de lo más visto de Netflix.
Revancha se encuentra disponible en Netflix.
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