Es tal vez uno de los estrenos más conmovedores del año y ya está disponible en Netflix. La historia de las hermanas Sara y Yusra Mardini que se embarcan en un angustioso viaje como refugiadas, luego de sufrir los estragos de la guerra en su país. Las chicas son dos nadadoras y viven con sus padres y su pequeña hermanita. Pero los años pasan y la situación empeora cada vez más y deciden irse de Damasco a Alemania. “Desde la Siria devastada por la guerra hasta los Juegos Olímpicos de Río 2016, dos jóvenes hermanas se embarcan en un viaje angustioso como refugiadas, poniendo sus corazones y sus habilidades de campeonas de natación en un uso heroico”, presenta la sinopsis de esta película de dos horas que seguro va a conmover a más de uno.
Pero el viaje no será para nada sencillo. Deben cruzar el mar en un bote rudimentario con otros refugiados entre los que hay familias y niños de diferentes países. El caos comienza y lo que parecía ser un viaje hacia un futuro mejor se desvanece.
Interpretadas por Manal y Nathalie Issa (que son hermanas en la vida real de nacionalidad francolibanesas) ambas chicas son el reflejo del horror de una guerra que no conoce de historias personales. Ser inmigrante y refugiado teniendo un hogar termina siendo la mayor de las ironías. Pero algo que distinguía a estas chicas era su preparación para el deporte. La disciplina y el entrenamiento que poseen les permitió convertirse en heroínas dentro del horror. Cuando la embarcación rudimentaria deja de funcionar son ellas quienes se enfrentan a un mar bravío que amenaza no solo con sus vidas sino con sus propios sueños.
Una de las hermanas casi pierde su vida a pesar de ser una gran nadadora porque el mar no es lo mismo que una pileta de entrenamiento. “Cuando decidimos hacer esta película queríamos que tuviera repercusión”, explicó durante la proyección del film en Londres Yusra Mardini y agregó: “Es muy importante que muestre cómo es un refugiado de verdad. Queremos ser arquitectos, médicos, ingenieros... y lo somos, incluso antes de venir a Occidente”.
El primer sitio al que llegan es a Grecia para luego instalarse en Alemania donde se suman al equipo de natación de refugiados.
Es la historia de muchos que pierden sus vidas huyendo del horror, de una guerra despiadada en la que muy pocos logran sobrevivir y llegar a destino. La directora del film, Sally El Hosaini, expresó en una entrevista para la revista Forbes que se tomó algunas licencias pero en general trató de mantener la historia real de las chicas Mardini. Y también afirmó que esta historia tiene un final feliz pero que a su vez hay miles de casos de ciudadanos sirios que tuvieron peor suerte.
Las nadadoras invita a reflexionar sobre este tema que tal vez es lejano a la problemática latinoamericana pero que aun no tiene una resolución en Europa.
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