Jason Momoa y una fantasía para toda la familia que puedes ver en Netflix

El actor de “Aquaman” intenta aportar simpatía a una historia que nunca encuentra el tono justo

Para la película de aventuras y fantasía, que se basa en la tira cómica de principios de siglo Little Nemo in Slumberland

Jason Momoa nació en Honolulu, Hawaii en 1979. Sus comienzos actorales fueron participando de la serie Baywatch, donde su físico podía destacarse. Algo parecido ocurrió cuando tuvo un rol importante en Stargate Atlantis y luego aumentó su fama por su participación en Game of Thrones. Pero tal vez su gran salto ocurrió cuando fue elegido como Aquaman para el universo cinematográfico de DC Comics. Momoa supo combinar sus roles violentos con algo de humor y llegar a un público masivo como un grandote más agradable. El país de los sueños es la búsqueda definitiva de esa imagen familiar.

(Netflix)

Nemo (Marlow Barkley) es una niña que vive aislada del mundo junto a su padre viudo (Kyle Chandler), el cuidador de un faro. Cuando el padre desaparece en una tormenta, la niña queda al cuidado de su tío (Chris O´Dowd), un hombre formal que se dedica a la venta de picaportes y que no tiene la más mínima habilidad para comunicarse ni sabe cómo cuidar a la niña. Nemo entonces se refugia en el mundo de los sueños para huir de la realidad pero también con la esperanza de reencontrarse con su padre. Es en ese mundo donde conoce a Flip (Jason Momoa) un pícaro y no demasiado despierto ladrón que está en la búsqueda de un mapa. A pesar de que el encuentro de ambos no es bueno, pronto descubrirán que se necesitan mutuamente para lograr sus objetivos.

(Netflix)

El país de los sueños (Slumberland, Estados Unidos, 2022) está basada en la historieta Little Nemo in Slumberland de Winsor McCay, pionero no solo de la historieta sino de la animación cinematográfica. El personaje de Nemo salió publicado por primera vez el 15 de octubre de 1905 en el New York Herald y luego de estar unos años en el New York American retornó a su origen siguió siendo publicado hasta el 9 de enero de 1927. El propio McCay hizo un corto de animación con su personaje y luego un par de versiones más, incluida una de animé, llegamos a esta producción estrenada en Netflix.

La película tiene varios problemas empezando por su protagonista. Jason Momoa busca hacer un personaje excéntrico de apariencia algo amenazante pero finalmente amable. Su estilo ambiguo intenta, a su manera, remedar el rol de pirata que hizo Johnny Depp en Piratas del Caribe y que reavivó su carrera, también parece tener algo de Beetlejuice y de muchos otros parecidos. Y ahí es donde se termina de entender lo que falla. La película evoca muchos otros títulos y jamás logra tener su propia identidad. Su potencial era notable, pero sus resultados muy pobres a pesar del intento de espectacularidad de varios momentos. Otra producción cara con gusto a poco.

El país de los sueños continúa liderando el ranking de las más vista de Netflix.

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