1899 empieza con un misterio. La protagonista está teniendo una pesadilla hasta que una voz le dice que despierte. Pero ese es un enigma menor en relación a todo lo que ocurrirá después. La acción transcurre en el año 1899 a bordo de un barco llamado Cerbero, que viaja de Londres a Nueva York llevando inmigrantes de diferentes clases sociales. Mientras el espectador los va conociendo algo altera el curso de los eventos. Otro barco con inmigrantes que se asumía desaparecido, el Prometeo, envía una señal de auxilio a la que el capitán del Cerbero decide responder. A partir de allí ocurrirán eventos cada vez más inexplicables, incluyendo el encuentro con un misterioso niño, pasajero del barco a la deriva. La felicidad del viaje hacia una nueva vida se convierte en una pesadilla cuyo origen nadie puede adivinar.
Baran bo Odar y Jantje Friese son los creadores de 1899 y son los responsables de la serie Dark (2017-2020). Se nota el deseo de generar un misterio cada vez más complejo que atrape al espectador desde el inicio mismo. La diferencia principal se delata por el hecho de que esta serie está hablada en inglés y no en alemán, en una muestra de llegar a más público, algo que finalmente se percibe en una trama muy compleja pero no tanto como la de Dark. Hay muchos misterios por resolver, pero nada que no se pueda dilucidar prestando atención a las pistas que hay desde el comienzo.
Pero aunque 1899 tiene un tono solemne y sombrío, su narración es igualmente disfrutable. Los pequeños conflictos y los grandes conflictos conviven y vuelven entretenida la trama. Todo el episodio inicial son preguntas, muchas preguntas, y el cierre de ese primer capítulo nos lleva inevitablemente a querer seguir de cualquier manera. Los ganchos entre episodios funcionan a la perfección.
El personaje principal de esta serie coral es Maura Franklin (Emily Beecham) una neuróloga que es una pionera en su profesión de médica y pelea contra la resistencia que sufren las mujeres en su profesión. El capitán Eyk Larsen (Andreas Pietschmann) es la otra pieza clave del barco, quien deberá luchar contra la desconfianza de todos cuando el Prometeo inicie su misteriosa comunicación. Hay otros personajes en ambas clases de la nave e historias individuales que poco a poco se van contando mientras todos se sumergen en la enredada trama.
Que el barco en el cual se mueven los protagonistas se llama Cerbero no puede ser pasado por alto. Cerbero era en la mitología griega el perro de tres cabezas que estaba en la puerta del inframundo, impidiendo que los muertos salgan y que los vivos entren. Mientras que el barco que pide ayuda es el Prometeo, en la mitología griega un titán benefactor de los seres humanos que osaba robar el fuego a los dioses y finalmente era castigado. No hay nada que no pueda ser interpretado en esta serie, porque en cada escena la simbología y las referencias nos van guiando. Incluso la música con la que cierra cada episodio va marcando el camino de lo que vendrá.
Los primeros cuatro episodios son deslumbrantes. La serie, menos prestigiosa que Dark pide del espectador atención pero también da un gran espectáculo. A medida que avanza la trama y se conocen más respuestas, entonces la historia baja un poco de nivel. Las respuestas son menos interesantes que las preguntas, pero aun así las posibilidades de seguir luego de esta primera temporada son muy grandes. Aunque el misterio inicial es lo mejor que tiene, 1899 es una serie muy recomendable.
1899 ya está completa en Netflix.
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