Sin novedad en el frente (Im Westen nichts Neues) es una novela alemana escrita por Erich Maria Remarque y publicada en 1929. A poco de publicarse, se tradujo a veintiséis idiomas y se calcula que ha vendido más de veinte millones de ejemplares en todo el mundo. El tono antibelicista del relato al que el propio autor no consideraba político fue considerado antipatriótico por los nazis y el autor se radicó en Estados Unidos a partir de 1938, mientras su libro era quemado públicamente en las calles de su país.
El libro cuenta en primera persona la historia de un joven alemán que se presenta de voluntario en la Primera Guerra Mundial y su euforia se va transformando en horror a medida que va descubriendo la verdad sobre la guerra. Tras publicarse en Estados Unidos, fue llevado al cine en la producción All Quiet in the Western Front (1930) dirigida por Lewis Milestone y protagonizada por Lew Ayres.
La película fue una de las primeras ganadores del premio Oscar a mejor película y también a mejor director. En 1979 se realizó otra versión, esta vez para televisión, protagonizada por Richard Thomas y dirigida por el veterano Delbert Mann. Esta nueva versión recibió el Globo de Oro a mejor film para televisión.
Ahora llega, finalmente, una versión alemana. Luego de que su autor fuera prohibido y le fuera quitada su ciudadanía, el gran relato regresa a su país de origen, lo cual tiene lógica ya que es una trama ambientada dentro del ejército alemán. Es comprensible que un país lanzado a la furia genocida, el libro fuera rechazado en la Alemania de Adolf Hitler.
El film tiene un nivel de crudeza mayor que los títulos anteriores, aunque el espíritu del libro es captado de la misma forma. No es una remake, sino una nueva adaptación de la novela. La Primera Guerra Mundial es un espacio de particular horror, aunque no sea diferente a otras guerras, algunas características la hacen cinematográficamente atractiva y escalofriante a la vez.
La versión 2022 de Sin novedad en el frente, estrenada en Netflix –aunque merezca la pantalla grande–, es una producción enorme, la más cara realizada en Alemania para el servicio de streaming. También ha sido enviada por ese país para ser seleccionada al Oscar a mejor película extranjera. Felix Kammerer es el elegido para el rol protagónico. Su Paul Bäumer empieza con la mirada iluminada y feliz de un joven estudiante que se presenta como voluntario y termina con ese rostro prematuramente envejecido y desencajado por la guerra.
La transformación de Paul recuerda al clásico del cine soviético Masacre: venga y vea (1985) de Elem Klimov. Aunque acá estamos frente a una película más clásica, la mirada del protagonista parece ser referencia del otro film. Otro dato curioso es que las películas americanas parecen estar más marcadas por la metáfora que la alemana, en una inversión de estilos llamativa.
La película de 1922 tiene un comienzo que anuncia la tragedia y luego se lanza hacia una memorable cantidad de escenas que describen sin juzgar lo que fue pelear en las trincheras. Sí es más evidente su posición cuando se trata de los mandos. Lo más shockeante tal vez sea que se trate solo de la Primera Guerra y que todavía al mundo le faltaba la Segunda. Un film bélico memorable.
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