Un legendario director y actor llamado Eric von Stroheim dijo una vez: “En Hollywood eres tan bueno como tu última película”. Por ese motivo todos se aferran a sus éxitos y se alejan de sus fracasos. John Travolta tuvo dos grandes etapas en su carrera. Primero el furor de Fiebre de sábado por la noche y Grease a fines de los ochenta, donde sumó varios títulos interesantes para luego ir perdiendo popularidad.
Se reinventó entre 1993 y 1994 cuando logró una comedia muy taquillera como Mira quien habla e inmediatamente después su memorable rol en Pulp Fiction. Luego de ese segundo éxito se dedicó de lleno a películas bien taquilleras hasta que nuevamente se fue pasando al cine clase B, donde Fanático (2019) queda incluida.
Fanático cuenta la historia de Moose (John Travolta) es un hombre con autismo que vive haciendo actuaciones callejeras en Hollywood Blvd. Moose ha desarrollado una pasión poco saludable por las estrellas de cine, en particular por su máximo ídolo el actor Hunter Dumbar, una estrella de películas no muy buenas pero muy exitosas.
Su mejor amiga, Leah, es una paparazzi que lo ayuda a acercarse a su admirado actor sin darse cuenta de lo que puede llegar a ocurrir. Cuando Moose quiere conseguir que Dumbar le firme una prenda que compró en una tienda de recuerdos de cine, sus formas torpes chocarán con el mal humor del actor. Ese es sólo el comienzo.
Cuando la película se estrenó fue un estrepitoso fracaso de taquilla, directamente doloroso, y la crítica la rechazó de plano. Tampoco les gustó a los espectadores, lo que terminó cerrando cualquier chance de recuperación. Sin embargo, y contra lo que suele ocurrir en Hollywood, a John Travolta la película lo llena de orgullo. ¿Cuál es el motivo de esto? La razón es que Travolta eligió interpretar a un hombre con autismo en homenaje a su hijo Jett, que falleció en el año 2009 a la edad de 16 años. El joven era autista y tenía la enfermedad de Kawasaki, lo que lo llevó a morir de un ataque de epilepsia por el cual se golpeó la cabeza en la bañera.
Este papel fue para Travolta una forma de acercarse a su recuerdo. También fue la última película que hizo antes de la muerte de su esposa, Kelly Preston, ocurrida en el año 2020 producto de un cáncer. Con esa carga el actor interpretó a Moose, independientemente de los resultados.
Aunque parezca raro, la película está inspirada en hechos reales. El director de la película es Fred Durst, famoso por ser el vocalista de la banda Limp Bizkit. Durst tuvo un fan que lo acosaba y que se vestía de la forma en la cual Moose lo hace en la película. Es solo la base ya que la película va en una dirección completamente diferente. No se trata de una historia fácil de ver, porque la cantidad de escenas incómodas que tiene son muchas. Algunos podrán discutir acerca si el personaje era para un actor un poco más joven, pero por lo mencionado era difícil que Travolta renunciara a interpretarlo.
La película tiene ciertos ecos de dos títulos de Martin Scorsese como Taxi Driver y El rey de la comedia. Aunque hay varias películas previas sobre fanáticos que acosan, es con Scorsese que el guion parece más emparentado, aun cuando no logra ni de cerca la sofisticación del director.
Si uno se sienta a ver Fanático pensándola como la peor película de Travolta se encontrará con que no es así y que incluso tiene algunos elementos interesantes. Si además recuerda cuán importante es para el actor, tal vez todo lo raro de la película cobre algo de sentido. En cualquier caso, se trata de una película rara y molesta, tanto cuando falla como cuando acierta.
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