Aunque a lo largo de la primera temporada de House of the Dragon, la serie le ha dado una mayor relevancia a los personajes de Daemon Targaryen (Matt Smith) y Rhaenyra Targaryen (Emma D’Arcy), poco a poco Alicent Hightower (Olivia Cooke) ha cobrado mayor importancia y tras la muerte del rey Viserys en el octavo capítulo, ahora el peso del penúltimo episodio recae en la hija de Otto y en cómo su astucia logró poner a un falso rey en el trono de hierro.
“El consejo verde” (The Green Council) introdujo al espectador en los sucesos tras la muerte de Viserys e inicia justo donde terminó “El Señor de las Mareas” (The Lord of the Tides), es decir, dejando un trono sin rey en el que muchas piezas se han movido y otras más se han mantenido, todo con tal de que los Hightower salgan tras la partida del rey y para ello el papel de Alicent fue crucial.
El episodio inicia con la viuda contándole a su padre sobre las últimas palabras de su difunto esposo, poco antes de morir, en donde le relataba que su deseo era que Aegon ocupara su lugar, situación que la viuda malinterpretó, pero eso no importó ya que Otto (Rhys Ifans) y el resto del consejo buscan terminar con Rhaenyra y poner a Aegon (Tom Glynn-Carney) en el trono.
Por su parte, tras la muerte de su padre, Aegon continúa de fiesta, embarazando mujeres a su camino y sin intención de tomar sus obligaciones en el reino. Mientras su madre gran parte del episodio se la pasa recorriendo burdeles tratando de encontrar al joven rey, para disgusto de su hermano menor, Aemond (Ewan Mitchell), quien finalmente tras una larga búsqueda termina dando con el paradero del próximo rey.
Sin duda, una de las escenas más destacables del capítulo fue la confrontación de Alicent con la princesa Rhaenys (Eve Best), en donde los dos personajes son víctimas de los planes de otras personas. Durante el episodio la viuda busca ganarse la lealtad de la princesa y para ello decide convencerla de que los apoye, diciendo que bajo el mando de los Hightower, existirá un gobierno pacífico, pero al final se da cuenta de que todo es una trampa y la confronta (con todo y dragón incluido).
Rhaenys está tan impresionada con la manipulación de la reina como enojada por el descaro de la mujer, a quien en su pelea le hace ver que es una prisionera en su familia y en el reino, ya que siempre ha hecho lo que otros le han dicho de debe y no lo que ella desea. Este es uno de los capítulos en el que se le puede ver a este personaje como una verdadera protagonista al mostrar fuerza, determinación y coraje.
La joven primero enfrentó a su padre al que acusa de manipularla desde que era una niña, aunque finalmente Otto le dice a su “pequeña” que ella ahora es una maestra de la manipulación, del engaño y la Reina de los Siete Reinos. El hombre, aparentemente triste le dice a Alicent que ahora que es adulta se parece mucho a su madre, queriéndose ganar con esto la simpatía de, quien ahora está por encima de él.
Pese a ello, el capítulo demuestra que aunque puede ser fácilmente una de las grandes villanas de la historia, la viuda también es cegada por el amor de madre que siente hacia sus hijos, pues aunque sabe que ellos no son buenos, seguirá defendiéndolos. Muestra de ello se dio momentos previos a la coronación, cuando le aconseja a Aegon que gobierne con justicia, pero el príncipe está sumergido en sus propios traumas.
En la mañana de la ascensión del Príncipe Aegon, Sir Erryk despierta a Rhaenys y le dice que no soporta todo lo que se está confabulando y la traición, razón por la que desea escoltar a la princesa fuera de Desembarco del Rey. En su viaje, se ve lo que parece ser un sirviente ahorcado y un antiguo cuartel general de Mysaria en llamas. Eso parece ser obra de Larys Strong, quien ha demostrado tener métodos poco ortodoxos cuando se le encomienda una misión.
Antes de que Rhaenys pudiera salir de la ciudad, se ve obstaculizada por la multitud de personas que se dirigen a la Fortaleza Roja para ver a Aegon coronado. El propio Aegon no está interesado en absoluto en su ascensión y cabalgando hacia la ceremonia junto a su madre, se queja de que Viserys nunca quiso que él fuera rey y que por el contrario, su padre quería a Rhaenyra en el trono, que solo lo nombraron rey porque eso es lo que quieren ella y Otto.
Alicent tiene un papel más activo en la historia y se ve su determinación cuando presiona a Aegon para que sea rey, sin embargo la viuda demuetsra que aunque puede hacer cosas realmente malas, aun existe algo de bondad en ella al buscar salvaguardar a la princesa Rhaenys en todo este proceso de sucesión.
En este capitulo no figuraron Rhaenyra y Daemon, quienes tras irse de Desembarco del Rey, están en su castillo de Rocadragón, razón por la que no se han enterado de la muerte del rey y para cuando lo sepan Aegon ya será el nuevo gobernante de los siete reinos y estará sentado en el trono de hierro. Esto deja todo el suspenso para el final, donde se librará una verdadera batalla entre ambos bandos.
El episodio 10 de House of the Dragon, se titula “La Reina Negra” (The Black Queen), y estrenará el próximo 23 de octubre a través de la plataforma HBO Max.
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