El club de la medianoche (The Midnight Club) es la serie más reciente de Mike Flanagan, el creador de La maldición de Hill House, en su acuerdo de colaboración con Netflix. Junto a la guionista Leah Fong, el cineasta se basa en la novela homónima de Christopher Pike y toma inspiración en otros libros del escritor estadounidense para acercarse a un terror juvenil que guarda grandes diferencias con sus trabajos pasados.
La trama nos lleva a la residencia Brightcliffe para presentarnos a un grupo de adolescentes con enfermedades terminales que pertenecen al Club de la Medianoche. Todos los días, cuando el reloj marca las 12 a.m., ocho jóvenes escapan de sus habitaciones para reunirse en la biblioteca y contar historias de terror, algunas muy espeluznantes y otras que enganchan al resto por sus grandes dosis de misterio. Además, para pertenecer al club deben hacer un pacto: el primero en morir debe enviar señales desde el más allá.
A la primera integrante que conocemos es a Ilonka (Iman Benson), primero en su vida normal como estudiante de secundaria y futura alumna de Stanford. Es gracias a la perspectiva de ella que la serie puede dotarnos del dolor que suscita el antes y después en cada caso, puesto que, todos tenían sueños antes de recibir sus diagnósticos. Ella se sobrepone a este dolor y decide buscar respuestas alejada de los hospitales, ¿podría realmente curarse como Julia Jayne, la única paciente que se recuperó y salió de Brightcliffe?
Al llegar al lugar, reconoce a Kevin (Igby Rigney) de una de las alucinaciones que tuvo cuando sufrió su primer desmayo por el cáncer. Porque sí, además de tener que lidiar con una enfermedad, Ilonka puede ver espectros y moverse inconscientemente hacia otros espacios de tiempo, algo que va perdiendo importancia cuando el argumento avanza. Más tarde, recibe la no tan amable bienvenida de Anya, encarnada por la debutante Ruth Codd en una destacada interpretación que te permite conectar muy de cerca con esta sarcástica joven en silla de ruedas (el episodio siete es una maravilla).
El piloto de El club de la medianoche ofrece una introducción perfecta de los personajes principales y, tal como mencioné más arriba, queda muy lejos de cualquier obra previa de Mike Flanagan. De hecho, el propio director habló acerca de este capítulo como una forma de burlarse de lo que siempre ha odiado en su carrera: los jumpscares. Son 21 de estos que aparecen de forma impactante a través de los ojos de Ilonka o ridícula gracias al relato original de Natsuki (Aya Furukawa).
Más adelante, la ficción ya no se preocupa en causar demasiados sobre saltos y, por momentos, se olvida de situarnos en una atmósfera muy terrorífica, una característica clave en la antología de La maldición y Misa de medianoche. Estos son adolescentes desilusionados por sus inevitables destinos que buscan aferrarse a algo por medio de los fantasmas, el ocultismo y los intentos fútiles por alargar un poco más lo poco de vida que les queda.
Un enorme guiño al clásico cine de terror surge con la presencia de Heather Langenkamp en el rol de la doctora Georgina Stanton. A la actriz se le conoce principalmente por protagonizar la saga cinematográfica Pesadilla en la calle Elm, un universo ficticio que tuvo como antagonista al icónico Freddy Krueger. Dejando de lado a Nancy Thompson, aquí ella toma el lugar de una misteriosa doctora que se encarga del excéntrico hospicio para pacientes terminales. A pesar de su disposición incondicional con los jóvenes enfermos, la desconfianza hacia ella nunca desaparece.
El club de la medianoche es una serie que goza de elementos de terror juvenil y hace un homenaje a la difusión oral del cuento de terror. Por momentos, el público puede sentirse como uno más de los miembros del club que están sentados en la mesa escuchando cada palabra. Pero, hay momentos en que es olvidadiza de sus planteamientos iniciales y la atmósfera aterradora de sello Flanagan va perdiéndose en el fondo. Resulta más propio describirla como un drama desolador y melancólico con protagonistas adolescentes destinados a morir porque simplemente la vida puede ser muy dura.
Todos los episodios están disponibles para ver en Netflix desde el 7 de octubre.
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