Ambientada en los años 20, la película imagina los comienzos de la era dorada de Hollywood a través de personajes inspirados en estrellas reales. Los Ángeles se convierte en una ciudad de alto perfil y la industria cinematográfica se abre camino para dar origen al cine norteamericano. La película toma referencia de las películas en blanco y negro, la fotografía y los vestuarios de la época para ofrecer un retrato de lo que era la vida de los actores en ese entonces. Todo bajo la perspectiva del director de La La Land: Una historia de amor.
El primer vistazo de lo nuevo de Damien Chazelle deja ver a Margot Robbie en el rol de Nellie LaRoy, una aspirante a actriz; Brad Pitt como Jack Conrad; y Diego Calva en el papel de otro novato llamado Manny Torres. El resto del elenco lo componen Tobey Maguire, Lukas Haas, Jovan Adepo, Li Jun Li y la ganadora del Emmy por Hacks, Jean Smart, entre otros más. Todos los personajes son ficticios, pero están inspirados en grandes estrellas del cine.
Otra vez Chazelle decide meterse con la industria del entretenimiento, otra vez para contar la historia de dos aspirantes. Pero a diferencia de La La Land, esta no parece ser una historia de amor, sino una más de excesos. Por momentos, se siente cercana a Había una vez en Hollywood de Quentin Tarantino. No solo por las estrellas protagonistas que repiten (Pitt y Robbie) sino también por la ciudad, el perfilado de una época y su relación con el cine.
Chazelle confesó en una entrevista a Vanity Fair que Babylon es la producción más ambiciosa de toda su carrera profesional detrás de las cámaras, principalmente por todo lo que conllevó hacer realidad su visión: “Definitivamente fue lo más difícil que he hecho. Solo la logística, la cantidad de personajes, la escala de los escenarios, el lapso de tiempo que la película muestra, todo conspiró para hacerlo particularmente desafiante, pero fue un desafío que fue muy emocionante de asumir”.
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