Galadriel en plena cacería de Sauron, la fundación de los anillos y la alianza entre enanos y elfos tan comentada en libros y películas, los humanos descubriendo parte de su fortaleza y debilidad, un amor prohibido entre dos razas y un ser desconocido y poderoso que llega a tierra de hobbits. Todo eso prometían los avances de El señor de los anillos: los anillos de poder, la tan esperada producción de Prime Video que tiene un guion original, pero que está inspirada en los escritos de Tolkien, es sus extensos y descriptivos relatos sobre cómo era la Tierra Media antes de los hechos de La comunidad del anillo y El hobbit. Para dejar tranquilos a los fans, en los primeros dos episodios el respeto por la obra original y la atmósfera de las películas de Peter Jackson se sienten presentes y se evidencian en la totalidad de los dos primeros episodios.
La ficción fue anunciada hace años, con la confirmación de que no sería una serie más: el plan inicial es de cinco temporadas y el presupuesto que deslizó la producción es de arriba de los mil millones de dólares. Solo la primera temporada, que incluye la construcción de imponentes escenarios, vestuarios tan diversos como elegantes y diseño de armas y castillos, se acerca a los 500 millones de dólares. Y la buena noticia es que se traduce en la pantalla. Es, quizá, la serie más titánica que vas a ver hasta el momento ya que, como es común en los relatos de Tolkien, los detalles como los entornos grandilocuentes son tan partícipes de las historias como los personajes.
The Lords of the Rings: The Rings of Power, el título original de la serie, sí es una precuela de las películas. Para definirla más estrictamente, es la precuela de El hobbit, ya que sucede 2000 mil años antes de los sucesos narrados en dicha trilogía. Este período de tiempo en la Tierra Media es conocido como la Segunda Edad, compuesta por 3400 años entre la caída de Morgoth (fin de la Primera Edad) y la derrota de Sauron a manos de la Última Alianza. En el medio de esta era, aparecen las historias de la serie que en su momento fue presentada como “el auge de Sauron en Tierra Media y el de la ínsula de Númenor”.
Como bien saben los fans de El señor de los anillos, las películas fueron adaptaciones de los tres libros escritos por J.R.R. Tolkien, pero la serie de televisión no tiene un origen tan completo, un material de base concreto. Amazon Studios no pudo conseguir los derechos cinematográficos de El Silmarillion, la colección de historias de Tolkien anteriores a El señor de los anillos, pero los guionistas de la serie, Patrick McKay y JD Payne, junto a JA Bayona (Lo imposible, Jurassic World: Fallen Kingdom), director de los dos primeros episodios, dejaron en claro que “no es su obra” ya que está creada en base a diversos materiales del autor entre los apéndices de los tres libros de El señor de los anillos, Cuentos Inconclusos de Númenor y la Tierra Media y una buena lista de notas sueltas sobre sus obras que dejó Tolkien. Hay espacios de sobra en blanco donde los creadores de la serie pudieron escribir su idea pero siempre respetando la invención del autor original.
Sobre el resultado de los dos primeros episodios que se estrenan en muy pocos cines del mundo el 31 de agosto y que llegarán a Prime Video el viernes 2 de septiembre (posiblemente el jueves 1 de septiembre a la noche), hay para decir una infinidad de cosas sobre su relato, la enorme cantidad de personajes a presentar, el paso lento pero preciso y expansivo, pero se destacan dos observaciones por encima de cualquier otra. La primera es que no hay programa de televisión ni show semejante a este a nivel visual y de producción. La inversión se refleja en pantalla y la elección de presentar la serie en cines es más que acertada. Se disfruta y se siente como volver a la Tierra Media desde el minuto 0. Y la segunda observación es que que la primera media hora realmente se vive como un episodio más de la gran adaptación de Peter Jackson a la pantalla grande porque se mete derecho en una historia conocida por todos, aunque quizá con un enfoque innovador.
Se pueden discutir muchas horas y escribir una enorme cantidad de textos sobre algunos temas de esta adaptación: el costado guerrero de Galadriel (excelente trabajo de Morfydd Clark), la inclusión y llegada de ese misterioso y mágico personaje (Joseph Mawle) que crearon para la serie; sobre los detalles de la creación de los anillos, pero es indiscutible el prolijo y tan majestuoso trabajo de cada uno de los escenarios creados para los dos primeros episodios. Desde los fauces oscuros de Sauron en la Tierra de los hombres, hasta las bellas moradas de los enanos en su momento de mayor esplendor lideradas por dos de los personajes más carismáticos de la ficción como El Príncipe Durin IV (Owain Arthur) y Princesa Disa (Sophia Nomvete). Todo está bellamente construido y basado, claro, en la descripción extremadamente detallista de Tolkien.
Habiendo visto solo dos de los capítulos de la primera temporada las conclusiones son varias. Entre ellas, que la serie busca construir de menor a mayor, pero con momentos de alta intensidad para no alejar al espectador. Esto podría convertirse en la primera crítica del público general, ya que es una ficción contemplativa, que tiene muchos personajes (y hasta se siente como el comienzo de Game Of Thrones, donde había mucho por explicar y la sensación era que no sucedía nada entre tantas historias) y relaciones que establecer. Armar el mapa completo para después hacerlos interactuar. Sin embargo, Galadriel es una de las más beneficiadas con las escenas de aventura y acción y de las protagonistas más poderosas de la ficción. La serie lo deja establecido desde el arranque. También el personaje de Ismael Cruz Cordova, Arondir, un guerrero que custodia el mundo de los humanos y que está cerca de Bronwyn (Nazanin Boniadi) y su hijo. Este tiene otra de las subtramas más importantes y llena de acción que se convertirá en una de las conexiones entre las dos razas.
Y la otra historia fundamental para el desarrollo y el sentido de la ficción es la de Elrond (ahora interpretado por Robert Aramayo), quien tiene una misión clave para el futuro, pero ahondar en esa trama sería revelar parte de las sorpresas que entrega el par de capítulos del debut. Lo que sí se puede revelar gracias a los tráilers es que tendrá un fuerte lazo con los enanos, liderados por los antes mencionados El Príncipe Durin IV y Princesa Disa que son el alma y la diversión de la serie, mostrando, finalmente, su raza tal cual se describía en las trilogías de películas, con todo el brillo, alegría, humor y jolgorio.
Los anillos de poder es una ficción que construye minuciosamente desde las historias individuales hasta terminar, seguramente, al final de la primera temporada, presentando y uniendo el mapa completo de personajes para lo que vendrá. Se siente como una serie de La comunidad del anillo todavía más extensa y nutrida. Con este análisis, imposible no destacar a los participantes de este relato de la Segunda Edad de la Tierra Media entre los puntos altos de la ficción lo que ayudará a darle un extenso recorrido hasta que terminen de confluir sus historias.
Entre los “peros” que seguramente levantará The Rings Of Power va a destacarse el inicio de la historia de Galadriel por abordar su costado más guerrero (y tan bien realizado, por cierto). También los personajes pensados exclusivamente para la producción de Amazon Studios, pero por sobre todo, que tiene su propia impronta. No puede tener el mismo desarrollo que una película de tres horas, hay un relato más pesado en el buen sentido. Es una serie que tiene mucho por mostrar y presentar y no hay libros de base que lo apoyen para la tan buscada pero innecesaria comparación y esa podría ser su mayor virtud, pero también su desventaja.
Lo guionistas hicieron un trabajo titánico, algo que traduce muy bien en imágenes el director de El orfanato. Bayona pone en práctica gran parte de su experiencia como director al servicio del par de capítulos iniciales: construye el terror de una manera muy bien orquestada entre el sonido, el relato en off y planos detalle a la simbología de Sauron. También pone toda su experiencia con escenas más imponentes. Según sus palabras, aplicó lo aprendido en Lo imposible para dirigir una escena realmente intensa del segundo episodio (mejor no adelantar). Pero siempre, el riesgo que toma, lo hace con el respeto necesario a la obra original la que destacó que posiblemente sea la madre de todas las franquicias que hoy dominan el mercado audiovisual como Harry Potter, Game of Thrones y otras.
Posiblemente falten capítulos (el 75% de la temporada 1) para sacar conclusiones más profundas, pero con lo visto es suficiente para entender el riesgo y la apuesta de Amazon Studios en Los anillos de poder. Cada uno de los actores tuvo que hacer seis meses de casting, se invirtió medio millón de dólares solo en la primera temporada y se construyeron escenarios completos. El mito que se construyó alrededor de la serie también asegura que los directores escribieron los guiones encerrados en una habitación con máxima seguridad. Pero más allá de todo lo que rodea a la serie, visualmente el resultado está a la altura de las aspiraciones de la compañía y se siente placentero el regreso a la Tierra Media que poco tiene que envidiarle a Peter Jackson. De hecho, Bayona aseguró que las dos trilogías fueron el manual de instrucciones para reconstruir este universo. Sin embargo, todavía falta para afirmar que este es un digno episodio de J.R.R. Tolkien, pero lo que se ve parece una entrada inmejorable para conocer más de la Segundad Edad, la de los anillos de poder.
The Lord of the Rings: The Rings of Power tendrá un estreno en cines el 31 de agosto y el 2 de septiembre debuta en Prime Video. Luego dos capítulos por semana todos los viernes.
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