Baltasar Kormákur, director de Bestia, sabe cómo retratar la naturaleza desatada contra los humanos en sus films. Dirigió Everest con gran tino y ahora pone al Doctor Nate Daniels (Idris Elba) en plena selva sudafricana donde deberá defender a sus dos hijas, acompañados de su amigo y guía Martin Battles (Sharlto Copley), de un león furioso con cualquier humano que se le cruce en el camino. La película resulta un entretenido y bien logrado thriller y exponente del terror natural.
Un padre debe enfrentar la muerte de su exesposa e intentar acompañar a sus dos hijas en pleno duelo por la pérdida de su madre. Organiza el viaje perfecto a Sudáfrica, a una pequeña ciudad donde conoció a la que fue el amor de su vida. Allí se reencuentra con Martin Battles, un viejo amigo de la familia y biólogo especializado en vida salvaje. Pero lo que comienza como un viaje de sanación se convierte en una aterradora lucha por sobrevivir cuando un león, que escapó de los cazadores clandestinos, está sediento de sangre y ahora ve a todos los humanos como enemigos.
Nate (Elba) y sus hijas, quienes se encuentran atrapados en un jeep y sin forma de pedir ayuda, ahora son víctimas de un enorme león que merodea a su alrededor y deberán buscar la forma de salir de ahí antes que la bestia, que le da título a la película, los alcance. Con todos estos condimentos, Beast (nombre original) es un thriller prolijo y eficiente que se mueve entre dos ejes bien marcados: el duelo familiar y la reconstrucción de los lazos entre padre e hijas, primero y segundo en las consecuencias de los actos del hombre en la naturaleza. Definitivamente, uno más presente que el otro, el director construye una película entretenida “pensada para ver en salas”, según Will Packer, productor del film, le dijo a Infobae.
Elba interpreta a Nate Samuels, el médico de Nueva York que vuela con sus hijas adolescentes Meredith (Iyana Halley) y Norah (Leah Jeffries) a la ciudad africana natal de su madre tras su muerte. Nate y su esposa estaban separados cuando ella falleció y el viaje pretende ser una forma de hacer catarsis con la familia y fortalecer su rol como padre de las niñas. Ese es el conflicto principal de la película que se aborda al comienzo del film con mucha intensidad, pero rápidamente pasa a segundo plano por el peligro real del león. Aunque vuelve por momentos a ese conflicto.
Respecto al peligro real, el que toma la mayor parte del metraje, Bestia está mejor resuelta. El constante acecho de león se construye, en su mayoría, con recursos visuales sorprendentemente logrados, aunque algo explícito, pero también utiliza otros como el sonido y el relato del guía para aumentar la sensación de peligro entre los protagonistas y el espectador. Las escenas que suceden en la noche, mejoran un poco más la tensión, mientras que en el final dejan volar la imaginación de los guionistas demasiado.
Repito: no le sobra nada al film, es correcto, maneja bien la tensión y hasta último momento mantiene al espectador pegado a la historia. Las actuaciones de Elba y Copley son sólidas y comprometidas con la historia. Sin ser una película de gran presupuesto, el film dirigido por Kormákur es una digna y entretenida propuesta para las salas de cine, de estas que ya no se hacen y que la cartelera necesita.
Bestia se estrena en los cines de América Latina desde este jueves 11 de agosto.
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