Una producción de acción real se basará en Pac-Man, el clásico videojuego de arcade que alcanzó una enorme popularidad en la década de los 80 y cuyos derechos pertenecen a la empresa japonesa Bandai Namco. El proyecto sobre la pelota amarilla de gran apetito será desarrollado por la misma compañía y Wayfarer Studios, liderada por Justin Baldoni y Steve Sarowitz. Se trata del tercer título que estará basado en estos personajes y el primero en llegar al cine con actores de carne y hueso.
Chuck Williams (Sonic), de Lightbeam Entertainment, es la mente detrás de la próxima película y utilizará una idea original propia para establecer la trama del guion, mientras que Tracy Ryerson llevará a cabo su desarrollo. La producción recaerá en las manos de Baldoni, Manu Gargi y Andrew Calof, representantes del estudio Wayfarer. Por otro lado, tanto Williams como Tim Kwok figuran también como productores.
El hambriento Pac-Man ha formado parte de la historia de la pantalla grande mediante referencias propias a la cultura pop, pero solo en Píxeles (2015) tuvo una aparición especial. La comedia de imagen real, animación por computadora y 3D fue dirigida por Chris Columbus y contó con las actuaciones de Adam Sandler, Kevin James, Josh Gad, Peter Dinklage y Michelle Monaghan. La historia transcurre en 1982 y en el presente, teniendo como premisa principal la ciencia ficción y los videojuegos.
El secreto de Pac-Man para construir un legado
Llamado originalmente Puck Man en Japón, el inicio de la saga creada por el diseñador de videojuegos Toru Iwatani, de Namco, llegó en 1980 a través de una máquina para introducir monedas y apretar botones. El propósito era que el protagonista comiera sin parar una serie de bolitas blancas (pac-dots) y cuatro bolas más grandes (power pellets) para ganar puntos, mientras evitaba ser encontrado por uno de los fantasmas de colores conforme la intensidad y la velocidad se hacían cada vez más difíciles de manejar.
En ese entonces, el reinado del mercado le pertenecía al recordado Space Invaders, pero el estilo cómico y de género laberinto logró acabar con este liderazgo hasta convertir al círculo amarillo en el favorito de la época. El secreto de Iwatani fue diferenciarse de otros juegos que cargaban con un contenido violento o de guerra, ya que su objetivo era que no solo los hombres disfruten de la actividad, sino también las mujeres.
Ante el éxito de esta dinámica en el mundo arcade, nació una secuela titulada Ms. Pac-Man (1981), donde el rol principal era el de una pelota amarilla femenina, y agrandó su público al afianzar el interés de chicas jóvenes y no únicamente de niños y adolescentes varones. A su vez, la historia de ambos personajes derivó en series de televisión de animadas que permitieron a los más pequeños disfrutar de estas aventuras en casa.
Próximamente, el universo de Pac-Man tendrá su propia oportunidad de brillar en el género live-action al igual que otros títulos basados en juegos exitosos como Sonic, Mortal Kombat, Resident Evil, Tomb Raider, y muchos más.
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