Desde hace una década, Netflix se ha convertido en una de las opciones más utilizadas por la audiencia para disfrutar de series y películas, pero también ha sido aquel lugar en el que algunas producciones han encontrado un sitio en el que pueden seguir contando sus historias luego de que sus medios originales de transmisión los cancelaran.
En algunos de estos casos, incluso la popularidad de dichos títulos ha aumentado una vez que han sido rescatadas por sistemas streaming. En otros casos, incluso empresas como Netflix han decidido seguir produciendo estas historias luego de haber adquirido los derechos de distribución de estas series. A continuación, cuatro producciones que demostraron que la llegada al streaming fue lo mejor que les pudo haber pasado, ya que gracias eso pudieron vivir un segundo aire en popularidad entre el público.
La casa de papel
Cada cierto tiempo la plataforma de la N trae algunos proyectos que se vuelven suceso a nivel internacional como en 2021 sucedió con El juego del calamar, pero pocas veces sucede un efecto similar con alguna producción hablada en español y menos cuando el servicio no era el productor original.
La casa de papel originalmente fue transmitida por Antena Tres en 2017, la primera parte consistía en nueve episodios de 70 minutos de duración cada una y meses más tarde ese mismo año lanzó una segunda parte de seis episodios.
El show narra el asalto a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, planeado por el Profesor (Álvaro Morte) y un grupo de cómplices conocidos por sus seudónimos: Tokio, Nairobi, Río, Moscú, Berlín, Denver, Helsinki y Oslo. Es que los colores ya los había monopolizado Tarantino.
Luego de su transmisión en España, Netflix adquirió los derechos a nivel global e hizo algunos ajustes para dividir estos capítulos en dos temporadas con episodios de menor duración.
Cuando llegó a la plataforma streaming, el show creado por Álex Pina se convirtió en un fenómeno a nivel mundial y se convirtió en la serie de habla no inglesa más vista en la historia del sistema de streaming que decidió producir una tercera temporada que lanzó en 2019. A esta le continuarían una cuarta y quinta temporada, e incluso este año estrenó una nueva versión, La casa de papel: Corea.
Black Mirror
Hay series cuyo éxito se debe a la recomendación “de boca en boca” y uno de esos casos fue el de esta serie británica antológica, la cual pasó de ser un proyecto de culto a uno popular y amado internacionalmente.
Originalmente, esta producción fue transmitida por Channel 4 en sus dos primeras temporadas. Más tarde fue adquirida por Netflix y comenzó su ascenso en popularidad haciendo que el servicio streaming optara por producir una tercera, cuarta y quinta temporada.
Desde que la plataforma comenzó a producirla, la serie se ha vuelto más ambiciosa en cuanto a las historias y los repartos que presenta, consiguiendo que incluso ídolos pop como Miley Cyrus participen en ella.
Sus historias autoconclusivas siguen cargadas de sátira, tensión, angustia, dudas, miedo y unas cuantas reflexiones sobre los medios de comunicación, el conformismo social o los peligros tecnológicos; y ni hablar de su magnífica puesta en escena que la separan del resto.
Arrested Development
El caso de esta serie protagonizada por Jason Bateman fue algo distinto, ya que originalmente el show tuvo sus tres primeras temporadas en Fox y aunque obtuvo varios Emmy y fue considerada una de las 100 mejores series de todos los tiempos por la revista Time, la audiencia no favoreció esta producción y fue cancelada.
Durante años, se especuló sobre un regreso a una película que le diera el cierre final a esta historia creada por Mitchel Hurwitz en la que un viudo, miembro de una familia tan rica como materialista, deberá habituarse a vivir de nuevo con sus manipuladores padres y sus mimados hermanos, así como al mundo elitista y desnaturalizado que tanto odia.
Fue siete años después de cancelada que Netflix decidió desempolvar esta serie y llevarla a su servicio para una nueva temporada que se lanzó en 2013 la cual consistió en 22 episodios que estrenó al mismo tiempo. Cinco años más tarde el sistema streaming estrenaría una quinta y última temporada que lanzó en dos partes, cada una compuesta de ocho episodios.
The Killing
Esta serie estaba basada en el show danés Forbrydelsen, fue producida por Fox y AMC y tras su estreno en 2011 fue aclamada por la crítica, lo que hizo que inmediatamente fuera renovada para una segunda entrega.
La serie comenzaba con la aparición sin vida de la joven Rosie Larsen, que desencadenaba una titánica investigación policial plagada de encubrimientos, corrupción, políticos en plena campaña, el dolor de una familia devastada por la tragedia y una pareja de detectives que, además, debían lidiar con sus fantasmas personales.
Luego de su segunda temporada, la historia protagonizada por Mireille Enos y Joel Kinnaman iba a ser cancelada y fue ahí donde Netflix decidió coproducir la tercera temporada junto a AMC.
Ante la molestia de los fans porque la historia aún no concluía y AMC había dejado de coproducir, Netflix decidió llevar a su servicio una cuarta y última temporada con la que le daría el final que el público se merecía.
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