Es una película de acción, por momentos se siente como un western, pero se parece más a una exponente del género de espías, de esas que Paul Greengrass hacía tan bien en la saga de Jason Bourne. Los hermanos Russo, responsables de cuatro películas de Marvel Studios, vuelven a trabajar para Netflix, esta vez como directores, para enfrentar a Ryan Gosling (La La Land, Dos tipos peligrosos) vs Chris Evans (Capitán América: El soldado de invierno, Snowpiercer) en un duelo que prometía un choque de titanes y entregaron no más que un título entretenido.
Ryan Gosling interpreta a un asesino de la CIA que fue reclutado cuando cumplía una condena por un hecho que nos enteraremos muy adelante en la película. Esta unidad ultrasecreta de operaciones encubiertas está compuesta por varios “hombres grises” que operan en las sombras y Court Gentry (Gosling) es uno de ellos. Enviado a cumplir una misión, descubre que sus empleadores esconden algo turbio y aprovecha la oportunidad para llevarse un medallón con un chip que contiene pruebas que complicarían a su propia agencia. Suzanne Brewer (Jessica Henwick) y Carmichael (Regé-Jean Page), sus jefes, deberán recuperar esa información y envían al peor de los asesinos a atrapar al agente rebelde. Chris Evans, con bigote y prendas bastante al cuerpo, interpreta a Lloyd Hansen, el encargado de llevar adelante la cacería. En el medio, Dani Miranda (Ana de Armas), otra agente, deberá elegir un bando para el cual pelear.
Si bien la película cumple con buenas escenas de acción y algunas peleas aceptables entre los protagonistas, en la que todos desarrollan bien su interpretación de agentes secretos de larga experiencia, el film de los hermanos Russo carece de una construcción sobre la misión en sí, las motivaciones que mueven a los personajes, sus relaciones, etc. Nunca se entiende demasiado qué tiene ese chip, tampoco se logra conectar bien con las historias de Gosling y su relación con Fitzroy (Billy Bob Thornton), su exjefe y su sobrina, Claire, interpretada por la niña que sorprendió a toda la industria en Había una vez en Hollywood, Julia Butters. Hay un claro vacío en el desarrollo del guion y los esfuerzos parecen puestos en las dos o tres buenas escenas de acción, que tampoco son piezas de cinematografía pura.
Ambos protagonistas pueden elevar el interés y subir la vara de la película en sus escenas juntos, sin dudas Gosling y Evans en pantalla es todo un acontecimiento, pero la trama y la construcción de los personajes no ayudaron a estas dos estrellas a lucirse. El que más se destaca es Danush, el actor indio que entrará en juego pasando la mitad de la película como un personaje con características bien marcadas, tanto en el despliegue escénico en las escenas de pelea como en sus cortos diálogos. Bien aprovechado. Ahí Netflix y los Russo están buscando un spin-off.
La que está desperdiciada es Ana de Armas. Otra vez, como lo estuvo en la última película de James Bond. Si bien acá aparece bastante más y sus cruces con Gosling tienen brillo para el marco en el que suceden, tampoco es que se luce o está bien aprovechada. Ni hablar de Billy Bob Thornton. Se siente una película que no tuvo el suficiente tiempo de desarrollo cuando de libros o personajes se trata. La química entre los personajes y a las escenas de acción son las que debían salvar la película, pero sin una buena historia, nada tiene sentido. Los directores no parecen los mismos que hicieron Capitán América: el soldado de invierno, todavía la mejor película de todo Marvel Studios.
Los Russo vuelven a formar equipo con los guionistas Christopher Markus y Stephen McFeeley, el responsable de los mejores títulos del MCU en los que los personajes tenían un desarrollo claro (y en Avengers: Endgame había bastantes). Acá no pasó. Se gastaron 200 millones de dólares en una película de 2 horas para simplemente estrenar una pieza entretenida. Lejos de los grandes títulos de espías como Jason Bourne o James Bond, The Gray Man apenas logra ser un evento recordado por sus figuras. Y en el mejor de los casos, nos hace pensar en Ethan Hunt que, por suerte, volverá el próximo año con su Misión imposible 7.
El hombre gris se estrena en Netflix el 22 de julio.
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