Los tres protagonistas de La ira de Dios son figuras destacadas de Netflix. Los tres, además, son actores de renombre. Diego Peretti y Juan Minujín estrenaron series muy buscadas en el último año en la plataforma, El reino y El marginal, respectivamente. En cambio, Macarena Achaga no es tan conocida para el público argentino, pero es una actriz y modelo muy solicitada en México y que tomó mayor repercusión luego de interpretar a la hija de Luis Miguel en la serie original de la misma plataforma. Con la llegada de la película al catálogo, Infobae pudo conversar con dos de sus protagonistas y ambos destacan que el guion y el material de base fueron la mayor excusa para aceptar el trabajo.
El nuevo film de “Hecho en Argentina” llegó esta semana a Netflix. El mismo está basado en la novela La muerte lenta de Luciana B. del escritor Guillermo Martínez, y sigue la historia de Luciana (Macarena Achaga), una joven que trabajaba con dos escritores, uno de renombre, Kloster (Peretti), y otro que decidió continuar en el periodismo, Esteban Rey (Minujín), y termina en un círculo de misteriosas muertes en su familia culpando a uno de estos dos recién mencionados. Luciana, obsesionada con el dramático destino de sus padres y hermanos, buscará la manera de mantener a salvo a su hermana, la única sobreviviente de sus últimos 12 años que abarca la película.
“No conocía la novela, pero al leer el guion me di cuenta de que estaba muy bueno. Muy bien contado y narrado. Los diferentes planos de tiempo, las diferencias emocionales por la que atraviesan sobre todo los tres personajes principales. Y en mi caso personal, preferí no leer la novela porque no necesitaba más información de la que había”, fue la primera respuesta de Diego Peretti en el encuentro con Infobae en la librería de Av. Santa Fe, en Buenos Aires, donde se filmó una escena clave de la película.
Peretti viene de interpretar a personajes oscuros, lejos de su historial más en el drama o en la comedia, sus últimos proyectos tienen más que ver con el misterio y la venganza, algo que el actor sabe bien cómo poner en palabras: “Sobre Kloster -su personaje en la película- no te puedo decir que tomaría ese mismo camino, porque además, con la distancia que te propone una obra de arte, puedes pensar y polemizar sobre el tema y discutirlo. Ahora, metido en el medio del ojo de la tormenta, nadie puede saber exactamente cómo reaccionaría”.
“Mira, tengo una teoría que puede sonar un poco Luciana joven, un poco inocente, pero siempre digo y pienso que hay que hacer las cosas con amor, en general, porque es lo que uno siembra y después lo cosechas de alguna manera, ya sea en este proyecto o en otra cosa”, afirmó Macarena Achaga, la actriz argentina nacida en Mar del Plata que inició su carrera en México. Luego de su presentación al público latino a través de Luis Miguel: la serie, Netflix la llamó para que protagonizara la nueva película de Sebastián Schindel (El patrón, El hijo) para la plataforma.
Sobre su experiencia, la actriz es agradecida de su presente y de esta oportunidad: “Ya me doy por servida. Trabajar con Diego, con Juan, o sea, para mi ya gané, no necesito que tenga otra repercusión. ¿Qué mas puedo pedir? Es mi máximo sueño hecho realidad y después la gente lo pondrá... donde lo tenga que poner”. También defendió su sangre argentina: “La verdad es que quiero creer que mis orígenes están siendo respetados: como medialunas, tomo mate, hablo como argentina, o sea, como asado, ¿qué más?”.
La actriz está en ascenso. En paralelo, mientras debuta con este título, también se la puede ver en El padre de la novia, en la que vuelve a compartir con Diego Boneta. Sin embargo, lejos de correr atrás de más series o largometrajes para aprovechar el momento, Achaga disfruta cada instante, desde las entrevistas hasta el debut de cada uno de sus productos. También se expresa como una actriz que aprovecha cada rodaje para aprender de sus compañeros y realizadores: “Creo que vale la pena recalcar como ciertas indicaciones. El director, por ejemplo, hace hincapié en que las conversaciones deben son muy rápidas en general. Nuestros diálogos en todas las escenas, no es que están editados rápidos, están dichos rápido y al final del día, después, alguien nos edita, alguien nos musicaliza, alguien nos corrige el color. Hacemos como un pedazo del total, somos un equipo. No solo nosotros”.
La ira de Dios también es un “duelo” entre dos de los actores más buscados de la ficción en castellano. Tanto Peretti como Minujín son nombres importantes en el mercado hispanoparlante y reunirlos y enfrentarlos fue un desafío que Sebastián Schindel, director de una envidiable filmografía, llevó adelante con mucho oficio. El actor de Los simuladores así lo recordó: “Es alguien que le da mucha importancia a la preproducción. En ese sentido, es muy fiel en el set. Entonces, para un guion tan preciso y bueno como, a mi criterio, era este, el actor descansa cómodamente entre comillas, porque no es una película cómoda desde la interpretación, descansa cómodamente en que tiene que actuar esto y nada más”.
De nuevo con el duelo actoral, ambos interpretan a escritores. Uno de muchísimo éxito, pero con un presente trágico y el otro, en cierto sentido, frustrado por la carrera que no pudo construir. Sobre la pregunta de color, tanto Peretti como Achaga, reconocen que les hubiese gustado escribir algún libro específico. “Me hubiese gustado un buen libro de poesías de Bukowski”, eligió Peretti. Achaga, sin embargo, aclaró que ella es más pop y eligió una obra de Elizabeth Gilbert: “Me hubiera gustado escribir Comer, rezar, amar, una novela que leí muy de chica y que me acompañó muchos años”.
La ira de Dios ya se encuentra disponible en Netflix.
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