La industria cinematográfica de la India es la más prolífica del planeta. Aunque gran parte de ese cine no llega a occidente, el poder de esa cinematografía asoma cada vez en diferentes formas. Como todo país, la India tiene una diversidad mayor a lo que muchos creen, tanto es así que muchos le llaman vulgarmente cine de Bollywood sin darse cuenta de que esa palabra se refiere exclusivamente a las películas hechas en Bombay. Bollywood, para decirlo claramente, es solo una porción del cine de la India. RRR, esta superproducción que batió récords de taquilla y hoy arrasa en Netflix, es una película de otra industria de la India que es llamada Tollywood.
Sí, tiene muchos puntos en común con películas de otras partes del país. Pero el cine de Tollywood es llamado informalmente así por el idioma que se habla en la zona donde está radicada esta industria. El telugu es la segunda lengua más importante de la India y es la mezcla de esa palabra con Hollywood lo que le da su nombre. Estos largometrajes, realizados en Hyderabad, se han convertido en los más taquilleros de la nación, generando un furor que ya empezó a romper fronteras, ayudado en partes por el streaming. ¿Pero qué tipo de película es RRR y en qué radica el motivo de su éxito?
La película es un relato épico que refleja de forma desmesurada e impactante el encuentro entre dos grandes próceres de la revolución india que jamás se conocieron en la vida real pero aquí se convierten en aliados insuperables. RRR brilla por su exceso, su pasión, por su capacidad de narrar de forma exagerada una historia digna de los grandes mitos universales. Tiene todos los ingredientes de lo que se conoce como las películas masala, la típica mezcla de géneros que suele utilizar el cine de la India. Aquí hablamos de una película épica con elementos del cine histórico, los largometrajes de acción, algo de fantasía, siempre melodrama y obviamente números musicales. Un espectáculo más grande que la vida. El cine entendido como el entretenimiento por excelencia.
Las primeras tres escenas de la película no dejarán indiferente a nadie. Hay que entender que el cine masala es siempre exagerado, por encima de toda lógica, melodramático al extremo. Eso se ve en la escena inicial, en el que los británicos, los villanos en el cine sobre revolucionarios, muestran toda su maldad infinita. Pero luego viene la presentación de los dos protagonistas. Cada uno por separado, pero en ambos casos con escenas completamente inolvidables. Uno, que trabaja con los británicos, se enfrenta a una multitud que rodea un cuartel. El otro, captura animales salvajes con una osadía sorprendente. Ambos son como héroes mitológicos pero ubicados en el mundo real, más específicamente en la India del comienzo del siglo XX.
Estos dos enormes personajes son Alluri Sitarama Raju (Ram Charan) y Komaram Bheem (N.T. Rama Rao Jr.), que representan todo el sentimiento nacionalista de su país, pero incluso para quien no tenga la más remota idea de la historia de la India, la película funciona como una fantasía desatada. No hay película de superhéroes que tenga el riesgo estético de RRR. Y este no es un proyecto que no mire al mercado mundial. Dominar la India ya es complicado, ir más allá es algo que depende de la diáspora india por el mundo y lograr cautivar al público no indio que apenas si entiende los códigos de ese cine. El título es un ejemplo de la ambición global que la película tiene.
RRR es una abreviatura que sirve para los principales idiomas de la India y también para el inglés. En tamil, kannada, telugu y malayalam las palabras para decir rabia, guerra, sangre tienen las mismas iniciales. Y tanto en hindi como en inglés, RRR se refiere a Rise Roar Revolt. Con un recurso tan simple la película dice que es para todos. El director, S.S. Rajamouli, es un especialista en esta clase de superproducción, pero esta es por lejos su mejor película.
Quien acepte las reglas de este gran largometraje disfrutará mucho. Por eso las escenas iniciales son tan importantes para establecer el juego y mostrar desde donde se va a narrar. Los actores funcionan para el drama, para la acción y también para los bailes. En ese sentido, la versatilidad de las estrellas del cine indio es comparable al Hollywood clásico. En muchos aspectos la India se ha quedado en el tiempo, pero eso, paradójicamente hoy hace que sus películas se vean vanguardistas. Lo único que uno lamenta al ver RRR en la pantalla del televisor, es no haber tenido la oportunidad de disfrutarla en el cine. Pagar una entrada y ver algo deslumbrante, dejarse maravillar, creer en la fantasía y disfrutar del cine.
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