La espera terminó. La cuarta temporada de Stranger Things ya está entre nosotros con sus 7 primeros episodios (los dos últimos estarán disponibles a partir del primero de julio). La serie creada por los hermanos Matt y Ross Duffer comenzó en 2016 y revolucionó el universo de las series. Una pequeña niña con poderes extraordinarios, Eleven (Millie Bobby Brown), llegaba al pueblo de Hawkins luego de que fuerzas sobrenaturales tomaran posesión del pequeño Will Byers (Noah Schnapp). La historia la seguimos de cerca y ahora continúan los misterios. Te acercamos las claves de esta primera tanda de episodios que puedes ver en Netflix. (ALERTA SPOILERS)
Nuevo monstruo
Una criatura que habita en el Upside Down (el Otro Lado) va a ser el tormento de los habitantes de Hawkins en esta temporada. Sus poderes son casi infalibles: elige primero a su futura víctima y se introduce en su mente generando alucinaciones que parecen de lo más reales. Tras unas horas, este monstruo se hace presente delante de sus presas y con sus garras toma sus rostros para deshuesarlos. La incorporación de este ser del más allá es muy acertada, y vuelve a generar la tensión y el miedo que se sentía en la primera temporada con el Demogorgon. ¿Podrá Eleven destruir nuevamente a esta presencia demoníaca? ¿Recuperará sus poderes?
Bullying
Fue un tema que siempre estuvo presente en Stranger Things. Recordemos que el grupo de los amigos de Will, Mike Wheeler (Finn Wolfhard), Dustin Henderson (Gaten Matarazzo) y Lucas Sinclair (Caleb McLaughlin), sufría en carne propia el hostigamiento por parte de los populares de la escuela. Lo aceptaban sin más, como algo que debían atravesar. Ser el grupo de los nerds los ponía en una categoría en la que los más desalmados de la escuela podían hacer con ellos lo que querían. Ahora le toca el turno de sufrir a Eleven, quien luego de mudarse con la familia de Joyce (Winona Ryder) de Hawkins, debe enfrentar la experiencia de adecuarse a un nuevo grupo de compañeros. No la va a pasar nada bien, y el bullying se convierte en moneda frecuente de su vida cotidiana. ¿Qué espera el espectador? Una revancha claramente. ¿Pero no sería mejor que directamente no existiera el bullying? Se entiende que el bullying es un gran tema en Estados Unidos entre los adolescentes y está bien que la serie no haga la vista gorda.
Rusia vs Estados Unidos
A pesar de que esta temporada fue grabada previa al conflicto bélico que está enfrentando Ucrania ante la invasión rusa, no podemos dejar de ver cierta mirada actual, aunque la serie está situada temporalmente en pleno conflicto de la Guerra Fría, previa a la caída del comunismo y del Muro de Berlín. Ya en la tercera temporada vimos cómo los rusos copaban la base del centro comercial y casi al final cómo se llevan a Jim Hopper (David Harbour) como prisionero. Resulta un conflicto entonces atrapante, ya que es un viaje en el tiempo y a su vez actual por la realidad de la guerra.
Más oscuridad
Si hubo algo que caracterizó a Stranger Things fue su oscuridad. El mundo subterráneo fue una de las grandes creaciones de esta ficción que supo recrear una realidad paralela impactante. En la cuarta temporada regresa esa atmósfera y esos sentimientos de angustia, agobio y terror que supieron construir en este universo del Upside Down.
El pasado de Eleven
Los primeros minutos del primer episodio nos llevan al inicio de Stranger Things cuando una pequeña Eleven con el cabello al ras, vivía en el laboratorio en su habitación con el número 11. De manera inesperada, el espectador es testigo de cómo mueren todos los niños que tienen poderes como ella y los científicos, mientras ella es la única sobreviviente que, con sus ojos chorreando sangre, mira desafiante al Dr. Martin Brenner (Matthew Modine) quien le pregunta: “¿Qué hiciste?”. ¿Fue realmente obra de Eleven esa masacre? No lo sabemos aún pero seguramente tenga una respuesta. Lo cierto es que esta temporada se meterá más de cerca en el pasado de esta niña que intenta tener una vida normal, aunque cada vez le cuesta más.
SEGUIR LEYENDO: