Colin Firth es un actor británico con una carrera fastuosa, que incluye un Oscar por El discurso del rey. Interpretó personajes memorables, dramas profundos y comedias románticas que no faltan en ningún ranking. Pero también supo interpretar personajes de historietas en su paso por Kingsman. Es de aquellos que todo lo hacen con prolijidad y pensando en seguir sumando prestigio y versatilidad a su carrera. En este camino, se cruzó con el guion de La escalera (The Staircase): “La buena escritura es clave para los actores, para encontrar ese material que está tan vivo que puedes sentirlo mientras lo lees. Tenía esa cualidad y lo tomé”.
El actor conversó con Infobae sobre lo difícil que fue abordar a Michael Peterson, protagonista de un escándalo de innumerables ramificaciones tras la aparición del cadáver de su esposa, Kathleen, como cuenta la nueva serie de HBO Max que ya tiene disponibles los primeros tres capítulos. “No estoy muy seguro de lo que pienso, pero tengo mucha curiosidad por ver lo que otros piensan”, detalló Firth sobre el caso real. Sobre el desafío interpretar a Peterson, dejó un mensaje contundente: “Estoy acostumbrado a hacer películas de 90 minutos a dos horas en la que me enorgullezco de tener el arco en mi cabeza y saber exactamente dónde estoy y cuál es el propósito de cada escena. En este proyecto no lo tenía y me fue bastante difícil”.
—¿Cuál era tu conocimiento del caso antes de obtener el papel?
Colin Firth: —Nunca había oído hablar de este tema. No tiendo a gravitar hacia el crimen real en el menú de canales de la televisión. No tengo sentimientos fuertes al respecto, no es donde tiendo a ir primero, así que realmente me perdí la mayor parte de todo ese género.
—¿Y qué despertó tu interés en el proyecto?
—La escritura. Suena como una respuesta demasiado simple, pero el guion no tenía nada que ver con su género, si es que pertenece a un género, y me gustó. Inicialmente solo leí dos episodios. Y después estaba el documental esperando —dijo, sobre la serie del cineasta francés Jean-Xavier de Lestrade—, así que lo hice todo den golpe.
—¿Qué te pareció el documental sobre el caso?
—Era algo infinitamente difícil de resolver, y no hablo solo sobre quien lo hizo: hablo de este personaje en particular. Michael me daba mucha curiosidad mientras miraba el documental. Empecé a preguntar a otras personas y obtuve varias respuestas. (Por supuesto, parecía que todos lo habían visto excepto yo.) La gente tenía sentimientos fuertes y entraban en conflicto entre sí. Eso me fascinaba. El guion no parecía facilitarle nada. Eso es atrevido. Y parecía ser el objetivo del ejercicio: contrariamente a un montón de true crime, este documental estaba tratando de resolver un rompecabezas y encontrar una solución. Estaba fascinado porque parecía que las preguntas estaban vivas todo el tiempo.
Michael Peterson es escritor, pasó por la política y es padre. Fue esposo. El 8 de diciembre de 2001, la policía de Durham, Carolina del Norte, encontró el cadáver ensangrentado de Kathleen Peterson. Él había hecho la llamada de emergencia y pedía desesperado que los paramédicos se apresuren porque su mujer todavía respiraba. La policía que llegó al domicilio no le creyó: las marcas en la cabeza del cadáver indicaban que había sido golpeada antes de llegar al lugar donde presuntamente había caído desde el piso superior, según su esposo.
Para los que quieran conocer más de esta historia antes o después de haber empezado la serie, el documental de Lestrade, también llamado La escalera, está en Netflix. Para el público, uno de los mejores productos en el género de la plataforma. En la ficción, creada por Antonio Campos, además de Colin Firth actúa Toni Collette como Kathleen. Sobre los objetivos de la serie, Firth es contundente: “The Staircase no intentaba responder quién la mató o resolver el caso. Es algo más profundo”.
—¿Cómo describirías a Michael Peterson?
—Es casi imposible. Uno puede tratar de describir a Michael Peterson y caer en la especulación. Es alguien muy encantador para algunas personas y para otras no; él tiene muchos aspectos en su personalidad. Puedes caracterizarlo como un sospechoso de asesinato o incluso como un hombre condenado por homicidio involuntario, o como un soldado, un veterano de guerra, o como un autor, o como una figura política. Él ha sido todas esas cosas y esas cosas parecen seguir girando u operando de alguna manera en su cabeza. Creo que es imposible conformarse con una descripción, y tal vez eso se aplica a todos los seres humanos si uno es lo suficientemente reflexivo al respecto. En general describimos a las personas y podemos hacerlo en delineaciones bastante claras, pero tal vez eso sea limitado en el mejor de los casos, si no es un error.
—No conociste al verdadero Peterson: ¿fue una decisión consciente?
—No hubo ningún movimiento en esa dirección, nadie se me acercó para que lo haga. En base a eso descubrí que probablemente iba a abordar mejor al personaje si no lo hacía. Siempre es un tema interesante cuando interpretas a un personaje basado en un persona, especialmente si todavía es accesible. En el lado positivo, uno puede sentirse validado por haberla conocido, pero también le recuerda que uno no es esa persona. Tenemos que suspender esta creencia. Habitar un personaje es una amalgama de alguien real, tu presencia física y lo que está escrito, por lo que en parte es una construcción y en parte un dibujo de los hechos tal como los entendemos. Es bastante complicado.
—¿Qué era lo más importante que debías hacer bien en tu interpretación de Peterson?
—Supongo que ser consistente. Uno intenta encontrar el corazón de algo de lo que estar seguro (lo que los impulsa, lo que los motiva, lo que podría haberlos inspirado o dañado), pero el objetivo de este ejercicio no era responder esas preguntas de una manera perfecta. Trabajamos escena por escena y sentí que estaba interpretando a más de una persona, así que tenía que ser consistente con lo que pedía el guion.
—¿Hubo alguna escena que te impactó especialmente?
—Hace un año que empezamos a filmar, pero solo terminamos hace unos cuatro meses, y no realicé ningún balance. Y tratar de mirar hacia atrás con claridad sobre qué momentos destacaría no es lo mas fácil. Obviamente, hay cosas desgarradoras y difíciles de ver, especialmente los momentos de violencia o crueldad. Eso fue molesto, y solo puedo imaginar lo que debe haber sido para Toni Collette, que tuvo que retratar diferentes versiones de la misma situación. Creo que eso fue muy difícil para todos de nosotros.
The Staircase debutó el 9 de mayo por HBO Max, que cada jueves estrenará un nuevo episodio.
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