Anatomía de un escándalo, la aclamada novela de Sarah Vaughan, debutó por todo lo alto en Netflix y se ha convertido rápidamente en lo más visto desde su lanzamiento. El thriller psicológico y drama judicial narra los hechos controversiales que envuelven a una élite en el Reino Unido. A lo largo de los episodios, la trama se enfoca en las perspectivas de diversos personajes para presentar un entorno marcado el privilegio y manchado por los actos cometidos impunemente cuando hay un gran poder de por medio.
Según la sinopsis oficial, la miniserie “se desarrolla a través de los escándalos personales y políticos de la élite británica, un mundo donde la verdad se esconde entre la justicia y el privilegio. James y Sophie Whitehouse viven una vida perfecta y llena de lujos. James, un ministro con una familia hermosa, tiene una trayectoria en imparable ascenso hasta que un escándalo sobre su pasado sale a la luz. La abogada Kate Woodcroft, también con un historial impecable, es la encargada de la fiscalía para llevar el caso, y su investigación amenaza con no detenerse ante el Parlamento, ni el matrimonio de los Whitehouse, ni su propia estima personal”.
La escena eliminada de Olivia Lytton en Anatomía de un escándalo
En la ficción televisiva, James Whitehouse (Rupert Friend) niega las acusaciones de violación de Olivia Lytton (Naomi Scott) y sostiene que el acto sexual fue consensuado. Además, su defensa principal fue que ambos tuvieron una relación extramarital durante cinco meses. Ella niega haber dado su consentimiento y, por más que hayan tenido un amorío, asegura que fue obligada a mantener relaciones íntimas con él. Se desconoce más acerca de su vida privada más de lo que se ven en los flashbacks durante sus declaraciones a la corte.
“Lo que me encanta de esta serie es que pone a la audiencia en el asiento del jurado. Creo que eso es realmente efectivo porque, en última instancia, si eres miembro del jurado, estás lidiando con estos fragmentos de memoria, lo que creo que hace que estos casos sean realmente difíciles de procesar”, dijo Scott en una entrevista con Radio Times. En esa misma línea, reveló que hubo una escena de Anatomía de un escándalo que cuenta más acerca de la vida de Olivia después de ese suceso, pero no logró sobrevivir al corte del director.
¿Cuál fue la razón para dejarla fuera? “No se sintió bien [dejarla]”, contestó. “No parecía que le hiciera justicia al personaje, atarlo con un lazo. De hecho, creo que es más poderoso permitir que la gente diga: ‘Vaya, ¿qué le pasó?’. Y muchas veces este tipo de víctimas son olvidadas, así que creo que es realmente apropiado”.
Creada y escrita por David E. Kelley (Big Little Lies) y Melissa James Gibson (House of Cards), esta adaptación televisiva está protagonizada por Sienna Miller, Michelle Dockery, Rupert Friendm Naomi Scott, Josette Simon, Geoffrey Streatfeild y Joshua McGuire. Los seis capítulos de Anatomía de un escándalo están disponibles para ver en Netflix desde el pasado 15 de abril.
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