Esta es la historia real del agente de inteligencia en el que se basa “Iosi, el espía arrepentido”

Actualmente vive con una nueva identidad bajo el Programa de Protección de Testigos. Se infiltró durante años en la comunidad judía de Buenos Aires y entregó información que podría haber sido empleada en los atentados terroristas más devastadores de América Latina. Un día quiso confesar y su vida dio un vuelco

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"Iosi, el esía arrepentido", la serie basada en la historia real de un agente de inteligencia, llegó a Prime Video este 29 de abril. (Prime Video)

Hoy tiene 62 años y vive con un nombre falso en alguna localidad provincial de la Argentina, pero a finales de los setenta, cuando el país —como otros de la región— estaba bajo una dictadura que violaba los derechos humanos, José Alberto Pérez terminaba la escuela secundaria y se preguntaba qué hacer con su vida. Acaso por efecto de la excesiva presencia de las fuerzas de seguridad en la vida cotidiana de los argentinos, quiso ser oficial de aeronáutica, pero más a su alcance estaba ingresar a la Policía Federal.

Un familiar lo presentó. El azar hizo que en 1985 —ya terminada la dictadura, mientras Argentina daba sus primeros pasos en una democracia recuperada— lo destinaran al área de inteligencia. Aceptó con gusto: de chico le gustaban las películas de espías.

Hoy protagoniza una miniserie, un thriller de espionaje que Prime Video estrenó el 29 de abril. Iosi, el espía arrepentido cuenta la historia de un joven agente de inteligencia que recibe el encargo de infiltrar la comunidad judía en Buenos Aires y descubre luego que la información que él obtuvo y pasó a sus jefes tuvo un papel clave en dos ataques terroristas devastadores, que dejaron más de un centenar de muertos: la bomba en la Embajada de Israel, en 1992, y la voladura de la AMIA en 1994.

"Iosi, el espía arrepentido" cuenta la historia de un espía que infiltró la comunidad judía argentina poco antes de las bombas en la Embajada de Israel y la AMIA. (Prime Video)
"Iosi, el espía arrepentido" cuenta la historia de un espía que infiltró la comunidad judía argentina poco antes de las bombas en la Embajada de Israel y la AMIA. (Prime Video)

La serie creada por Daniel Burman, quien también la dirigió junto a Sebastián Borensztein, se desarrolla en ocho episodios de una hora. Gustavo Bassani es el afligido agente de inteligencia y lo acompañan artistas de Argentina y Uruguay: Natalia Oreiro, Alejandro Awada, Merceces Morán, Carla Quevedo, Minerva Casero, Marco Antonio Caponi, Daniel Kuzniecka, Matías Mayer, Juan Leyrado, Damián Dreizik y Carlos Belloso, entre otros. Se basa en el libro de Horacio Lutzky y Miriam Lewin: Iosi, el espía arrepentido: la confesión del policía federal infiltrado en la comunidad judía.

Allí José recordó que su primera tarea fue redactar informes sobre la vida y la obra de líderes sindicales. Luego le dieron sus primeras misiones de infiltración. Los grupos de izquierda, el kindergarten de todo agente latinoamericano: a partir de relaciones con sus activistas reportó sobre sus presuntos vínculos con grupos terroristas de Medio Oriente.

La uruguaya Natalia Oreiro interpreta a la supervisora del espía. (Prime Video)
La uruguaya Natalia Oreiro interpreta a la supervisora del espía. (Prime Video)

Entonces le propusieron una misión de largo aliento, tan lenta que podría demandar años de su vida. Como bien sabía —no, no lo sabía, pero calló— la comunidad judía local tejía constantemente conspiraciones; estaba el famoso Plan Andinia —se preguntó si sería aquel delirio antisemita sobre robar la Patagonia— mediante el cual los sionistas se proponían una segunda Israel en el sur de Argentina y Chile —sí, era ese delirio, comprendió—, etcétera, etcétera, etcétera.

Era una gran oportunidad laboral, se repetía mientras escuchaba. Y sus jefes no eran los únicos antisemitas que vivían en Argentina.

La serie de ocho episodios fue creada por Daniel Burman, quien también la dirigió junto a Sebastián Borensztein. (Prime Video)
La serie de ocho episodios fue creada por Daniel Burman, quien también la dirigió junto a Sebastián Borensztein. (Prime Video)

Una encuesta reciente de la Universidad Nacional General San Martín (UNSAM) encontró que la tercera parte de los habitantes se manifestaba “muy de acuerdo” con la frase “Detrás de la pandemia del coronavirus hay figuras como George Soros y laboratorios de empresarios judíos que buscan beneficiarse económicamente”. Y la historia del antisemitismo en ese país era antigua, tanto que en 1890 el escritor que firmaba con el seudónimo de Julián Martel responsabilizó a los hombres de “expresión de hipócrita humildad que la costumbre de un largo servilismo ha hecho como el sello típico de la raza judía” por el crack financiero local de ese año en su novela La Bolsa.

Por no mencionar la neutralidad del gobierno de Juan Domingo Perón durante la mayor parte de la Segunda Guerra Mundial y el alojamiento luego de criminales de guerra nazis como Adolf Eichmann o Erich Priebke.

Gustavo Bassani es el afligido agente de inteligencia Iosi supervisado por Laura (Oreiro). (Prime Video)
Gustavo Bassani es el afligido agente de inteligencia Iosi supervisado por Laura (Oreiro). (Prime Video)

Quizá José mismo compartía esas ideas. En cualquier caso, infiltrarse en la comunidad judía era el paso siguiente en su ascenso como espía. Y lo dio.

Ajustó su nombre a Iosi, la forma hebrea, y se presentó en la Agencia Judía para la Tierra de Israel como el hijo de un matrimonio mixto que quería encontrarse con sus orígenes. Durante tres años estudió hebreo —e hizo contactos en cada clase— y dedicó horas al aprendizaje de tradiciones en una biblioteca de la comunidad judía. Así comenzó su trabajo: era un agente dormido.

Grupos políticos, clubes sociales, organismos de asistencia, medios de comunicación: no dejó resquicio sin infiltrar. Se enamoró de una profesora de hebreo y se casó con ella en 1993, sin informar a sus jefes. Tomó cursos de seguridad con especialistas israelíes, comenzó el seminario rabínico.

Como un "agente dormido" Iosi recolectó información, documentos y hasta planos de edificios vinculados a la comunidad judía argentina. (Prime Video)
Como un "agente dormido" Iosi recolectó información, documentos y hasta planos de edificios vinculados a la comunidad judía argentina. (Prime Video)

Una vez por semana pasaba sus informes a su supervisora, Laura, quien a comienzos de la década de 1990 fue reemplazada por otro, Julio.

El 17 de marzo de 1992 una explosión redujo a escombros el edificio de la Embajada de Israel en Buenos Aires y dejó 29 muertos y 242 heridos. A Iosi le llamaron la atención algunos detalles, como que la custodia policial se encontraba ausente justo en el momento del estallido. Colaboró en la búsqueda de sobrevivientes y el rescate de documentación.

Dos años más tarde, el 18 de julio, otra bomba destrozó la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), ubicada en un barrio céntrico, con gran circulación de gente, de la principal ciudad argentina. Esa vez murieron 85 personas y más de 300 quedaron heridas. La esposa de Iosi no se encontró entre esas víctimas porque llegó tarde: ese día tenía que ir allí. Nuevamente, la custodia policial se había esfumado a tiempo, observó Iosi. Y con un escalofrío recordó que él había entregado a sus jefes los planos del edificio.

Los atentados terroristas contra la embajada israelí y la AMIA dejaron más de 100 muertos y son los peores cometidos en América Latina. (Prime Video)
Los atentados terroristas contra la embajada israelí y la AMIA dejaron más de 100 muertos y son los peores cometidos en América Latina. (Prime Video)

Entre un atentado terrorista y otro, Iosi había pedido que lo retirasen de la misión. La tragedia de la AMIA sólo confirmó que había sido la decisión correcta para él.

Pero no le alcanzaba. Poco después de recibir la baja, fue a confesarle todo a Lutsky, director de un medio de la comunidad, Nueva Sión. Lutsky llamó a otra periodista, Lewin, con quien escribiría el libro que dio origen a la serie, publicado en 2015. Sus gestiones para sacar a Iosi del país —si se sabía que había hablado, era hombre muerto— fracasaron; las investigaciones judiciales de los atentados estaban entonces tan abiertas e inconducentes como en la actualidad.

Cuando otro periodista reveló la identidad de Iosi, el ex agente de inteligencia ingresó al Programa de Protección de Testigos. Ya se había divorciado; comenzó su nueva vida solo en una localidad desconocida lejos de Buenos Aires. Y allí estará en este momento, acaso mirándose interpretado por Gustavo Bassani, escuchando a Natalia Oreiro hablar como Laura.

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