¿Independencia o irresponsabilidad? Netflix estrenó recientemente Mi primer mandado, un controversial reality japonés sobre niños pequeños que hacen las compras de casa o algún otro recado sin la supervisión de un adulto. El programa originalmente se creó como un segmento en 1991, y se inspiró en el libro infantil “Hajimete No Otsukai”, publicado por Yoriko Tsutsui dos décadas antes. En sus páginas, se contó la historia de una madre de familia que envía a comprar leche a su hija de cinco años.
Aunque, en la década de los 70, dicha forma de crianza era usual en las familias japonesas y también en otras partes del mundo, esta realidad no se aplica a la sociedad actual. Y así se abrió un debate: la producción de telerrealidad ha sido severamente criticada en su propio país y a nivel mundial desde su llegada a la plataforma streaming. Pese a ello, su popularidad en la audiencia asiática es bastante grande hasta la fecha.
Cada episodio dura poco o menos de 15 minutos y siguen a niños de dos o tres años que hacen mandados ante la atenta mirada de los ciudadanos. Ellos no saben que están siendo documentados, puesto que el equipo detrás de cámaras se esconde a lo lejos para retratar una experiencia que sea lo más verdadera posible.
Los infantes caminan por los pasos peatonales y acuden a lugares muy concurridos completamente solos, mientras un narrador va describiendo sus acciones. Este formato logra que la audiencia se emocione conforme ellos van completando sus tareas y regresan seguros a casa. Sin embargo, eso no evita que algunos desconocidos se les acerquen en el camino, debido a que van sin un acompañante por las calles y se topan con múltiples adultos. Esto último ha llevado a que el título sea calificado como una forma de entretenimiento en la que se “abandonan” a los niños a su suerte.
A pesar de que Mi primer mandado pretende ser una lección de aprendizaje para los más pequeños en diversos hogares de Japón, en muchos casos los protagonistas terminan por arruinar sus propios mandados al ser muy jóvenes para llevar a cabo ese tipo de actividades. Se olvidan de comprar algún ingrediente o simplemente se distraen por completo de lo que tenían que hacer. En otros casos, se niegan a hacerlo por más que sea un recado a pedido de sus propios padres.
La crianza autosuficiente en las familias de Japón
En las casas japonesas, los niños son acostumbrados desde muy pequeños a ser autosuficientes por sus mismos padres o abuelos. Se les enseña a hacer las compras, limpiar, cocinar y más tareas que aporten a la rutina diaria de la familia, mientras que, en las escuelas, una parte de su día está dedicada a hacer la limpieza de las aulas.
El origen de esta crianza en Japón se remonta a su propia cultura disciplinada y orientada hacia el respeto de los mayores. Para las mamás y los papás, el que sus hijos lleven a cabo un recado tiene un fuerte significado de que están afrontando con éxito los retos que son parte del crecimiento y que próximamente se convertirán en adultos trabajadores y con un gran sentido de la responsabilidad.
Los 20 capítulos de Mi primer mandado están disponibles para ver en Netflix.
SEGUIR LEYENDO: