Una serie diferente que nos muestra de cerca la realidad de los jóvenes en el año 1987 en Ámsterdam: Líneas eróticas. Basada en 06‑Cowboys, libro de Fred Saueressig que relata el surgimiento de las hotlines de llamadas sexuales en los ochenta, es uno de los estrenos más novedosos de Netflix.
El personaje central de esta ficción es una estudiante de psicología, Marly Salomon (interpretada por Joy Delima), que para afrontar los gastos de la universidad decide aceptar un trabajo part time en Teledutch, la empresa de los hermanos Frank (Minne Koole) y Ramon Stigter (Chris Perters). Ellos crearon la primera de las líneas eróticas en Europa, que luego se expandirían por el mundo.
Estos hermanos se hacen millonarios, ya que el negocio funciona de maravillas. Mientras tanto. Marly se encuentra inmersa en una catarata de emociones y no sabe muy bien cómo ubicar su empleo dentro de su vida. ¿Cómo vive su propia sexualidad mientras trabaja en una empresa vinculada directamente con los deseos sexuales de otras personas detrás de una línea telefónica? El proceso de transformación que vivirá la joven es la clave para entender la intensidad de esta serie.
Sumergirse en Líneas eróticas nos invita a comprender ese momento de explosión de la juventud en Ámsterdam, que vivió una etapa intensa de exploración en las postrimerías de la Guerra Fría. Fue justamente esa ciudad la que cimentó a esta nueva generación que viviría experiencias similares en el resto del continente. No sólo en lo que respecta al destape sexual sino también a una nueva droga que llegaría para quedarse, el éxtasis, y a la revolución que implicaron nuevos géneros musicales como el house, un estilo completamente diferente a todo lo escuchado hasta el momento.
La serie es una creación de Pieter Bart Korthuis y está dirigida por Tomas Kaan y Anna van der Heide. Completan el elenco Joes Brauers Julia Akkermans, Charlie Chan Dagelet, Abbey Hoes y Benja Bruijning entre otros.
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