Como era previsible, a poco de su estreno la segunda temporada de Bridgerton se convirtió en la serie más popular de Netflix, con casi 252 millones de horas de visualizaciones. El romance entre Anthony y Kate, que convierte en un triángulo el compromiso de él con la hermana de ella, Edwina, arrastró de regreso al Top 10 a la primera temporada, la del inolvidable romance entre el duque de Hastings y Daphne, en el segundo puesto. El tercero no es otro drama de época.
Más bien es todo lo contrario: ¿Es pastel? (Is it Cake?) es un reality show muy singular nacido de un video viral de 2020. Desarrollado en ocho episodios, presenta a un grupo de expertos en repostería que compiten por hacer una obra irreconocible como pastel: con forma de máquina de coser antigua, de calzado deportivo, de patito para el baño de los niños, de bola de boliche, de hamburguesa, de bolso de mujer, de tablero de ajedrez...
En sólo 2 semanas desde su estreno el 18 de marzo, Is it Cake? —que, acorde a su tono de comedia, tiene por anfitrión a Mikey Day, parte del elenco estable de Saturday Night Live— ha logrado 26,5 millones de horas de visualización. Y ha resucitado los memes de hace dos años, ampliados con nuevos tuits y con polémicas sobre las decisiones de los jueces en el show.
En los Estados Unidos la crítica se mostró dividida. Para algunos el reality quedó como un híbrido entre el video viral y la catarata de reacciones que se desató (conviene recordar que fue en junio de 2020, cuando buena parte del mundo estaba en confinamiento por la pandemia de COVID-19) y el clásico formato televisivo de competencia, sin honrar a ninguno de los dos. Para otros simplemente fue una idea fallida para monetizar un fenómeno de la red, lleno de publicidades ocultas sobre otros programas de Netflix. Muchos no entendían cómo alguien como Day, cuya carrera está en ascenso, aceptó este trabajo. En una entrevista con el actor, The Hollywood Reporter observó que “evidentemente, no es un programa sofisticado”.
Otros celebraron el humor y el candor que Day llevó a un programa que debe condensar en muy poco tiempo el trabajo que a los pasteleros les ha demorado ocho horas; incluso su desconocimiento de la cocina —”corta las tortas como un psicópata”, observaron— aporta un factor de entretenimiento acorde con la pregunta que da título al show. The Guardian llegó a definirlo como “la diversión más pura y descerebrada que jamás se haya creado” y Esquire como “un tsunami de alegría”.
A nadie sorprende que la votación del público de Decider se haya partido entre un 42,9% a favor de mirarlo y un 32,9% a favor de saltárselo, con el resto en duda.
La premisa de ¿Es pastel? presenta a un grupo de reposteros que compite, a razón de tres por cada ronda, para elaborar tortas que se parezcan a otra cosa. Un panel de jueces verá cada uno de esos pasteles junto a otros objetos similares: uno con forma de bolso de mujer, por ejemplo, junto a cuatro bolsos de mujer reales. En cada ronda se pueden ganar USD 10.000.
Los reposteros también deben diferenciar entre objetos y tortas: hay una pared de pasteles —que sólo pueden ver a distancia, dado que conocen las técnicas— con cinco objetos y un pastel que luce como ellos. El que logra identificar el comestible pasa a un juego adicional: se le muestra una bolsa con dinero y un pastel con forma de bolsa con dinero. Gana el que identifica los dólares de repostería.
Los premios se acumulan y en la ronda final, el octavo episodio, los participantes compiten por USD 50.000. Entre ellos se distinguieron April Julian, de Toronto (Canadá); Sam Cade, de Nueva York; Hemu Basu, de Texas; Andrew Fuller, de Iowa y Jonny Manganello, de California. Los jueces en general eran una combinación de chefs, críticos gastronómicos, músicos, actores e influencers, como la tiktoker Brittany Broski, la cantante Rebecca Black y la comediante Heidi Gardner (también plantel de SNL).
La inspiración original de Is it Cake? fue un video de Instagram de Red Rose Cake & Tuba Geçil, extendido luego en Twitter por Tasty (Buzzfeed): una compilación de algunas tortas de una repostera de Turquía que comenzaba con un zapato Croc atravesado por un cuchillo para revelar que era un pastel, seguido luego por tortas con forma de rollo de papel sanitario, una planta de aloe, un jabón y muchos otros comestibles encubiertos.
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