El mote “whistleblower” (soplar el silbato) se aplica a casos tan distintos como el de Edward Snowden, Chelsea Manning o Frances Haugen. Personas que descubren que las organizaciones para las que trabajan están violando la ley y deciden denunciarlo públicamente. “Soplar el silbato” frente a la corrupción en el poder no es un camino fácil, libre de contradicciones y, mucho menos, de éxito asegurado. Caza de brujas, es un drama noruego que explora las ramificaciones personales, legales y políticas en la vida de una mujer que se atreve a levantar la voz contra un gigante económico.
La brillante Ingrid Bolsø Berdal -reconocida por papeles en las películas Hércules, Hansel & Gretel: Witch Hunters y en la serie de HBO Westworld- interpreta a Ida Waage, una mujer feliz y segura de sí misma que ama su trabajo administrando las finanzas de una prestigiosa firma de abogados en Oslo.
Cuando aparece una factura de 4,5 millones de coronas (500.000 dólares) de una empresa que no reconoce, le pregunta a su compañero a cargo del caso, Jan Gunnar, si sabe algo al respecto. (Preben Hodneland). “Solo paga”, le dice él. “Ese no es el procedimiento”, responde ella. Ida decide elevar el asunto a las autoridades sin darse cuenta de que su vida está a punto de arruinarse.
Resulta que la factura es parte de un esquema de lavado de dinero que Jan Gunnar inició a instancias de su cliente Peer Eggen (Mads Ousdal), responsable de la mitad de la facturación de la empresa. Aunque Ida tiene razón en negar el pago de la factura, los socios del bufete de abogados cierran filas contra ella.
Escrita por la dupla femenina de Anna Bache-Wiig y Siv Rajendram Eliassen (responsables de la excelente serie de 2015, Absuelto), Caza de brujas (Heksejakt, en noruego) es un thriller serie elegante y atrapante. A diferencia de otros contenidos escandinavos (Karppi, Entrapped, Broderliner) que aprovechan al máximo los gloriosos bosques y paisajes nórdicos, la serie muestra otro mundo: el de los lujos corporativos y las vidas ocultas de abogados ricos que se atacan sin piedad.
Aunque toman de diferentes casos reales de denunciantes que se vieron afectados solo por decir la verdad, las escritoras se inspiraron inicialmente en un caso que escandalizó Noruega, el de la abogada Kari Breirem quién fue despedida por negarse a firmar un pago a un político y contó sus experiencias en un libro. Esto fue lo que llevó a la dupla a contar la historia a través de la experiencia de la denunciante.
Más allá de su factura técnica y un guion ágil, el corazón de la serie está en Ida, quién a medida que avanza el relato, debe tomar decisiones cada vez más difíciles. La performance de Bolsø Berdal entiende los matices del personaje y los devuelve con el mayor impacto emocional. Por este papel, se consagró Mejor Actriz en los premios Golden Screen de Noruega.
Caza de brujas remite a la serie danesa Follow the Money, otro excelente drama sobre un crimen financiero que se vuelve sangriento. Tiene ocho episodios de 45 minutos que van a toda velocidad y la hacen ideal para maratonear.
La temporada completa de Caza de brujas ya se encuentra disponible para ver a demanda por Flow desde cualquier dispositivo.