Luego de su paso por las salas de cine el año pasado, este miércoles, 2 de marzo, llegó Amor sin barreras (West Side Story) a Disney+, una película que une el romance con la música y que seguro, te hará pasar un buen momento. Si aún no la has visto, aquí te dejamos algunas razones para que la disfrutes ya sea solo o en compañía.
Su trama
El amor no es color rosa, y se debe luchar. Eso lo deja claro la historia de West Side Story. Los protagonistas de esta producción son Tony (Ansel Elgort) y María (Rachel Zegler), quienes terminan enamorándose profundamente a pesar de ser de bandos contrarios. Esta es una película para quienes aman ver romances en la pantalla grande, pero también, quienes adoran las producciones de época, pues esta se desarrolla en la Nueva York de los años cincuenta.
Su director
Si no lo sabías, te contamos que el director de esta película es nadie más, ni nadie menos, que el reconocido cineasta Steven Spielberg, quien tiene en su lista una gran cantidad de producciones famosas: E.T., Tiburón, Indiana Jones, Jurassic Park, La lista de Schindler, Rescatando al soldado Ryan, y otras tantas.
Hace unos meses Infobae habló con Spielberg, quien reveló la razón por la que decidió hacer una nueva versión de West Side Story (que en realidad es un musical de Broadway): “Lo hice por mi amor por la música, por las palabras, por la temática de la historia y porque con apenas 10 años escuché por primera vez el álbum cuando mi mamá lo ponía. Mi papá trajo a casa el disco original de Broadway, y me memoricé cada canción”.
Una película para sentirse en Broadway
Esta producción no solamente se enfoca en contar una historia de amor casi imposible, también le da mucho protagonismo a la música, el baile y el vestuario de ensueño. Constantemente hace sentir a los espectadores en una obra de teatro, aunque eso sí, sin perder aquella estética del séptimo arte. En pocas palabras: es una buena propuesta para sentirse ya sea en una sala de cine, o en un teatro de Broadway.
Todo un reto detrás de cámaras
Bailar, cantar y actuar al mismo tiempo no fue una tarea nada fácil para los artistas que hicieron parte de este largometraje, quienes tuvieron que practicar durante varias horas para que las canciones, las coreografías y las escenas salieran a la perfección. Justamente, este ha sido uno de los tantos aspectos por los cuales ha sido elogiada por la crítica.
Un equipo para morirse de la envidia
La producción contó con algunos de los mejores artistas de Broadway y Hollywood, entre quienes se destacaron Justin Peck, coreógrafo y ganador de un premio Tony; y Gustavo Dudamel, reconocido director de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles y ganador de un premio Grammy, quien dirigió la grabación de la banda sonora.
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