Las franquicias de videojuegos de Sony inician su camino en el cine y la televisión con Uncharted: fuera del mapa, la adaptación cinematográfica de las aventuras de Nathan Drake. Con Tom Holland a bordo en el rol del famoso cazador de tesoros con grandes conocimientos de historia y habilidades para la supervivencia, la película dirigida por Ruben Fleischer (Zombieland y Venom) es un nuevo tropiezo de una larga lista de producciones basadas en juegos.
La escena inicial es uno de los puntos más rescatables al recrear a su estilo uno de los momentos más icónicos de Uncharted y enlazar la acción con el emotivo recuerdo de Nathan Drake y su hermano, Samuel, quien llegará a tener una importancia sin necesariamente estar presente. Incluso, se hace énfasis en el famoso anillo que lleva la inscripción “Sic Parvis Magna” (traducida como “toda grandeza tiene pequeños comienzos”). Resulta de lo más atractivo contar los orígenes de Nate desde un principio, pero todo lo que viene después no termina de convencer principalmente por la dinámica –o falta de esta– entre Victor “Sully” Sullivan (Mark Wahlberg) y el protagonista.
Desde el minuto uno, los videojuegos de Naughty Dog nos hacen añorar esa relación del experimentado ladrón de tesoros y su aprendiz que terminó por convertirse en su socio. Lo cierto es que nunca podría equipararse a la historia original, pero la química que sostiene parte de la saga de videojuegos no se logra en la pantalla grande por una clara ausencia de diálogos que entendieran al detalle a ambos personajes.
Por otro lado, aparece otra conocida, Chloe Frazer (Sophia Ali), y tampoco termina por desarrollarse del todo bien el vínculo que mantiene con Sully y Drake, puesto que el interés de Uncharted: fuera del mapa está en demostrar que nuestro futuro explorador debería ser más cauteloso y no confiar fácilmente en quienes lo rodean, una lección válida, aunque expuesta de manera muy forzada y apresurada. Santiago Moncada (Antonio Banderas), el heredero del linaje de su adinerada familia, es el antagonista temible, pero un giro argumental termina por eliminarlo y optar por una opción mucho más interesante: Braddock (Tati Gabrielle), una mujer ambiciosa que podría traicionar hasta su propia sombra.
Tom Holland tiene unos momentos brillantes en la piel del joven Drake: cuando se prueba por primera vez la pistolera de hombro y dispara de la misma forma que el personaje cuando debe enfrentarse a los hombres de Braddock, quien transportaba los barcos antiguos repletos de oro para venderlos; y cuando se sostiene escalando, una simple acción que parecía extraída del mismo juego. Sin embargo, la mención especial es para Nolan North, el actor de voz original que con unos segundos de cameo logra encender a la audiencia que ha seguido su trabajo desde hace más de una década.
La nueva versión de Sully no corre con la misma suerte de tener al menos una dosis de similitud con su contraparte, aunque Wahlberg lo intenta en la escena poscréditos y evidentemente llega un poco tarde… Esta misma da pie a una secuela que adaptaría Uncharted: el tesoro de Drake, el primer título de la franquicia y considerado actualmente un clásico de la PlayStation 3.
Gran parte de Uncharted: fuera del mapa se deja llevar por las explosiones y escenas rápidas propias con sello de Hollywood, y olvida los escenarios maravillosos y la exploración que son el motor de la trama original. Por más aportes que demuestren que Holland es un chico muy listo en el rol de Nathan Drake, estas menciones históricas que salen de él suenan vacías sin la experiencia de verlo pisar unas enormes ruinas o a punto de morir en una travesía por conocer el mundo como un cazador de tesoros.
Uncharted: fuera del mapa se proyectará en salas de cine desde hoy, 17 de febrero.
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