Hace varios años que Adam Sandler desembarcó en Netflix con todo su cine. Al hacerlo se llevó a su equipo, incluyendo al comediante Kevin James. En Jugar en casa (Home Team, 2022), que con pocos días en la plataforma trepó hasta el segundo puesto entre las películas preferidas, con más de 21 millones de visualizaciones, se cuenta la historia real del entrenador de fútbol americano Sean Payton (James), quien luego de salir campeón con los New Orleans Saints fue acusado de planificar lesiones intencionales a los rivales en los partidos. Suspendido de la liga nacional, terminó casi por casualidad entrenando al equipo de su hijo de nueve años.
Es un comienzo un poco polémico para una comedia, pero a la vez es sorprendente que algo que parece el guión de mil películas sea también un hecho real. Tal vez ese giro de entrenar niños fue lo que llamó la atención; el resto hubo que ajustarlo un poco. Claro que hay muchas licencias poéticas y momentos delirantes, pero en lo más importante, la historia real fue respetada.
El entrenador exitoso caído en desgracia que va a entrenar al equipo más perdedor tiene muchos grandes títulos que lo avalan como fórmula, pero Bad News Bears (1976) fue la comedia que lo cambió todo. Y Jugar en casa incluye muchas referencias a aquel gran éxito de taquilla.
Producida por Sandler junto a James, la película tiene la marca de la productora Happy Madison. La presencia de amigos de la casa como el gran comediante Roy Schneider es casi un guiño para los fans, pero también están Gary Valentine o Allen Covert, todos de la misma familia del género.
Kevin James es una estrella de la comedia desde que protagonizó las nueve temporadas de The King of Queens (1998-2007) pero luego, en 2009, logró su máximo éxito en cine con Héroe del centro comercial (Paul Blart: Mall Cop). Aun con altibajos, su rostro se mantiene vigente en el ámbito del humor.
Pero el gancho comercial que le termina dando éxito a esta película probablemente sea la presencia de Taylor Lautner, quien interpreta al joven e inexperto entrenador del equipo de niños sin obtener buenos resultados. Lautner tendrá siempre un público fiel por su papel como Jacob Black en la saga de Crepúsculo. Pasados 10 años sigue disfrutando de aquel descomunal fenómeno, pero todavía no ha podido reencaminar su carrera. Acá consigue un rol ligero y divertido, rodeado de grandes comediantes.
Como siempre, el protagonista que ha cometido una falta grave deberá recorrer un largo camino para ver si consigue la redención. La historia no transita por ningún camino nuevo, pero cumple con las reglas del género. Tiene algunas escenas graciosas, algunos chistes más arriesgados (al estilo de las producciones de Sandler) y su corta duración la hace un entretenimiento sin vueltas ni pretensiones.
Para aquellos que aman las películas deportivas y el tono familiar, esta tiene los ingredientes bien utilizados, sin espectacularidad pero sin fisuras tampoco.
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