Luego de muchas demoras por el impacto de la pandemia generada por el COVID-19, incluso en las ficciones, llega la nueva temporada de El marginal, la serie producida por Underground y Telemundo Streaming Studios junto a Netflix. Esta nueva entrega presenta una particularidad porque nos trae de vuelta a un personaje de la primera temporada: Pastor, interpretado por Juan Minujín (Los dos Papas).
Luego de haber formado una familia lejos de la marginalidad que vivió en el penal de San Onofre, Pastor inició una relación amorosa con Emma Molinari (Martina Gusmán), la asistente social que trabaja en la cárcel. Pero la vida en la clandestinidad no puede sostenerse por mucho tiempo más y Pastor regresa a la prisión, exactamente a Puente Viejo. Es entonces cuando aquellos sueños de libertad que añoró tanto se ven frustrados. Así relató este proceso Juan Minujín a Infobae en una charla en la que abordó la complejidad de su personaje. “Lo que más me costó fue ver cómo Pastor iba perdiendo los sueños de la libertad, de armar una vida afuera pero tener que volver a entrar al mundo de la cárcel, y empezar a pensar de nuevo estrategias para poder estar allí”, afirmó el actor que se vuelve a calzar el traje de este hombre, un policía llamado Miguel Palacios que al inicio de esta historia ingresa en la prisión de San Onofre con una identidad falsa, Pastor, y una causa inventada.
Su misión es infiltrarse dentro de una banda mixta de presos y carceleros que opera desde adentro del penal, liderada por Mario Borges (Claudio Rissi) y Diosito (Nicolás Furtado). El grupo acaba de secuestrar a Luna Lunati (Maite Lanata), la hija adolescente de un corrupto Juez de la Nación y, por lo tanto, la misión de Miguel consiste en hallar a los captores y descubrir el paradero de la joven.
La temporalidad de la trama nos lleva al final de la primera temporada. Desde ahí arrancan los sucesos que veremos en estos nuevos episodios. Después del incendio de San Onofre, los destinos de Pastor, Mario Borges y Diosito vuelven a cruzarse en el penal de Puente Viejo. El reencuentro entre Pastor y Diosito revivirá fuertes sentimientos para ambos. A esta confrontación se suma César (Abel Ayala), quien fue trasladado allí y lidera el grupo que representa a la Sub21. Desde afuera, Sergio Antín (Gerardo Romano) operará para adueñarse del poder de la cárcel, enfrentando al director actual, Galván, interpretado por Rodolfo Ranni.
¿Cómo fue la incorporación de estos nuevos personajes? De Ariel Staltari, Luis Luque...
-Un placer, la verdad que para mí en lo personal tanto Ariel como Luque y Ranni son actores que yo admiro hace mucho tiempo y siempre tuve ganas de trabajar con ellos. La verdad es que están geniales. Son como villanos pero con una carnadura humana que les da mucha complejidad.
Luis Luque se incorpora en esta temporada como un recluso, Coco, muy místico que lidera una de las bandas dentro del penal donde se encuentra Bardo (el siempre correcto y preciso Ariel Staltari) y Enzo (Facundo Espinosa).
¿Qué es lo que más te costó de crear a Pastor? Hasta qué punto decías: “no lo puedo abrazar, no lo puedo entender”...
-Entender, lo entiendo. No comparto muchas cosas. Pero el trabajo para mí de la actuación es poder hacer personajes que son muy distintos a uno, con los cuales uno no tiene por qué estar de acuerdo pero sí poder entenderlos. En ese sentido yo a Pastor lo entiendo bien. Es un personaje que tiene un background muy distinto a mí y sobre todo tiene colores expresivos muy diferentes a los míos. Es una persona hosca y no expresiva, entonces debía estar muy concentrado para no irme a lugares más naturalmente míos.
¿Por qué piensas que una serie como El marginal genera tanto interés en el público?
-Lo más llamativo para mí de El marginal, es lo transversal que es. Porque más allá de los estratos socioeconómicos, la verdad es que atraviesa a todos. A mí me pasa en la calle, en un barrio popular, que la gente los conoce y quiere mucho a los personajes y a la trama. Y también me pasa en lugares diferentes. El marginal en cierta medida, dentro de la ficción, le da voz a toda una parte que no tiene representación ni en los medios ni en las redes sociales. Uno en general ve otras cosas en los medios y en las redes sociales, y allí todo es hermoso.
¿Tuviste contacto con gente que está en prisión actualmente? ¿Pudiste hablar con alguno de ellos?
- Para esta temporada yo hice un par de visitas a una cárcel, exactamente a su centro universitario. Y la verdad es que es un lugar increíble porque los internos pueden estar desde las 9 de la mañana hasta las 6 de la tarde estudiando, además no hay celadores ahí adentro, con lo cual no hay violencia. Para muchos es un respiro enorme de la situación de encierro. De poder estudiar, poder estar en contacto con profesores, con docentes. Después nos agarró la pandemia, y obviamente las visitas ya no se pudieron hacer. Pero estoy muy agradecido con todos los docentes y todos los internos que me recibieron ahí y con los cuales charlamos un montón.
Juan Minujín logró ampliar los horizontes de su carrera cuando formó parte del proyecto también de Netflix, Los dos Papas. Allí tuvo el privilegio de ser dirigido por Fernando Meirelles y compartir elenco con Jonathan Price que interpretaba al Papa Francisco en su adultez mientras que Minujín lo hizo en sus primeros años de sacerdocio. “Trato que la distorsión de la fama tenga el menor lugar posible dentro de mi familia”, aclaró pausado el actor y agregó que: “Al interior de mi casa la fama no me nubla. Somos una familia normal con los problemas de cualquier familia”, concluyó.
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