Corey Hawkins y Alex Hassell, actores de “La tragedia de Macbeth”, elogian el trabajo de Joel Coen en conversación con Infobae

Joel Coen se embarca en la dirección por primera vez sin su hermano, Ethan, para dejar su propio sello en solitario. La tragedia de Macbeth, una nueva versión cinematográfica de la obra de William Shakespeare está protagonizada por Denzel Washington y Frances McDormand, en los roles de Lord y Lady Macbeth. La adaptación de este clásico mezcla elementos del teatro y el cine para relatar los trágicos hechos que marcaron a esta clase política ficticia a raíz de una profecía, dando un lugar a la ambición y el daño psicológico de este hombre que logró convertirse en rey de Escocia.

Alex Hassell interpreta Ross, un noble enviado del rey, y Corey Hawkins es Macduff, barón de Fife, dos personajes que fueron piezas clave en la historia original reflejada en la cinta para Apple TV+. Infobae conversó con las dos estrellas británicas sobre el proceso para traerlos de vuelta a la vida, la experiencia de ser dirigidos bajo el estilo de Joel y las diferencias que encontraron con sus otros recientes proyectos como Cowboy Bebop y En el barrio.

“Quieres precisar lo que el personaje quiere y qué tipo de personalidad tiene, pero en este caso, queríamos una especie de camaleón”, contó Hassell sobre el trabajo creativo del cineasta estadounidense para llevar a la pantalla grande a Ross con un atributo que lo haga distinto a su interpretación en otras películas y puestas en escena. “Espero que la gente se involucre con Ross y piense que está haciendo una cosa, pero por debajo, tiene otros planes”.

“Pienso que es una visión asombrosa que crearon, a menudo cuando ves Shakespeare en las películas puedes distraerte por las imágenes y puede ser difícil concentrarse en los complejos y densos diálogos, y la historia que se cuenta a través de estos. Pienso que el verdadero regalo de esta película es que todo vuelve a la [propia] historia”, añadió.

Por su parte, Hawkins opina que su personaje es “muy simple y moralista”: “Representa el lado opuesto [de Macbeth]. Son dos lados de la misma moneda, vienen del mismo mundo, pero Macbeth elige un camino diferente o el destino lo empuja a eso. ¿Es Macduff es el compás moral? O solo no se ha encontrado aún a las brujas en el campo de batalla […] Él derriba al hombre, pero se trata del camino para llegar allí, lo encontré fascinante”.

A propósito de la diversidad étnica de actores propuesta en esta cinta, sostuvo que todos tenemos la propiedad de interpretar obras clásicas y sobre todo Shakespeare, quien rompía los esquemas en sus guiones desde hace siglos atrás. “Hacer eso en una película, que literalmente vivirá para siempre, creo que es una obra maestra cinematográfica”, aseguró: “[La diversidad] nos recuerda que todos tenemos propiedad de este material y no podemos estar asustados de que solo cierto tipo de personas pueden hablar Shakespeare”.

Junto a grandes exponentes de Hollywood

“Me sentí increíblemente apoyado, que podía entrar al set y cometer errores en frente de mis héroes…”, admitió Corey Hawkins. Durante los ensayos, el elenco se convirtió en una especie de compañía de teatro en la que el principal elemento era la confianza. En el caso de Alex Hassell, consideró que la actitud de Denzel Washington fue la de un líder en el rodaje, “fue muy gentil, alentador y colaborativo… Lo encontré muy inspirador”.

En La tragedia de Macbeth, el director Joel Coen apuesta por un lenguaje cinematográfico que se sostiene en muchos elementos del teatro sin dejar de ser una propuesta audiovisual para la gran pantalla. Utilizando el blanco y negro, los extensos silencios y unos efectos de sonido que rompen la calma, la trama tiene un efecto in crescendo a medida que Macbeth persigue su ambición, aconsejado por su esposa, sin importarle cuántas vidas se cobrará para hacer cumplir su destino de ser coronado como monarca.

Cowboy Bebop, En el barrio y Shakespeare

Hassell también dio vida a Vicious en el live-action de Cowboy Bebop y la más grande diferencia que encontró con sus otras actuaciones tuvo que ver con la preparación física. “Pasé mucho tiempo aprendiendo a luchar y trabajar en el físico del personaje, esa fue una grandiosa oportunidad de trabajar con un increíble equipo de acrobacias”, confesó sin dejar de lamentar la repentina cancelación del programa:

“Estoy muy enojado de que la gente se sintió conectada con la serie y quería ver más de eso… Trato de tomarlo de una forma en la que Spike Spiegel lo haría, cuando dice: ‘Lo que pasa, pasa’. Y la idea de ser como el agua y fluir. En este negocio, tienes que aprender a ser muy maleable con tus esperanzas y deseos, así que es una pena que no podamos volver a trabajar juntos y crear más, pero a la vez, estoy muy emocionado de ver qué viene después”.

A nivel actoral, Hawkins estuvo bastante atado al teatro mientras interpretó sus más recientes papeles para el cine. La mejor enseñanza que encontró filmando tanto En el barrio, basada en la obra original de Lin-Manuel Miranda, como la nueva película de Coen fue explorar sus límites. “Si hay algo que aprendí viendo a Frances, Denzel y Joel, es que la única de crecer es salir de tu zona de confort. Y eso también lo viví con En el barrio, cantando y bailando, fue muy divertido y completamente opuesto a lo que había hecho antes. Con Macbeth, pude volver a otra cosa que amo: Shakespeare”.

La tragedia de Macbeth se estrena el 14 de enero en Apple Tv+.

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