Emilio Insolera es conocido por Sign Gene: los primeros superhéroes sordos (Sign Gene: The First Deaf Superheroes), película que produjo y dirigió, y en la que actuó con su esposa Carola Insolera: ambos nacieron sordos y han mantenido un fuerte activismo en la comunidad de la lengua de señas, que es su lengua materna. El actor y productor italiano-argentino, merecedor de la Beca Fulbright, interpreta ahora a Giovanni Lupo, un hacker que, como él, es sordo, en The 355, la nueva película de Simon Kingberg (Dark Phoenix).
En este thriller de acción rodado en Londres, París, Washington DC y Shanghai, entre otras locaciones, un arma ultra secreta cae en manos de un grupo de mercenarios. Para terminar con esta amenaza que pende sobre el mundo, la agente de la CIA Mace Brown (Jessica Chastain) tendrá que unir sus fuerzas con una brava agente alemana, Marie (Diane Kruger), y una antigua miembro del MI6 y especialista en informática, Khadijah (Lupita Nyong’o). Al equipo de agentes se suma la psicóloga colombiana Graciela (Penélope Cruz), mientras que la misteriosa Lin Mi Sheng (Fan Bing-bing) les sigue los pasos en esta misión letal.
Insolera habló con Infobae sobre el trabajo en el set, en el que participaron personas con distintas capacidades y que hablaban diferentes idiomas, una mezcla que benefició el resultado.
—¿Cómo fue trabajar con actores como Jessica Chastain y Sebastian Stan?
—Fue una cosa particular: desde que empezamos a hacer la película fue como si siempre hubiera trabajado con ellos. Parecía estar en una familia. Por ejemplo, Jessica Chastain, la persona que me llamó para la película, fue muy amable y muy clara. Con Sebastian Stan charlábamos en lengua de señas: me contó que tenía un amigo sordo. Desde el primer día de trabajo yo sentí que todo el equipo estaba listo para darme la bienvenida. Todos sabían que yo era sordo.
—¿Cómo preparó el personaje de hacker?
—Creo que era el papel para mí, porque un hacker es el tipo de personaje que dedica gran parte del tiempo a la tecnología, y la tecnología es amiga del sordo. Este papel es el de una persona que ha dedicado gran parte de su tiempo a los avances tecnológicos y termina perteneciendo a la organización criminal más grande del mundo. Giovanni Lupo, como muchos sordos en la vida real, pudo llegar a un nivel muy alto por sus propios medios. La película no lo explica pero, precisamente gracias a su sordera, quizás tuvo mayores barreras de comunicación y se conectó principalmente con la tecnología.
—¿El personaje utiliza la lengua de señas en su interpretación?
—En este largometraje de espionaje se emplean diferentes lenguas: el inglés es la dominante pero también hay otras. Hay escenas en las que Penélope habla en español; también Diane Kruger habla en ocasiones en alemán. Hay escenas en las cuales cada personaje habla su propia lengua. En mi caso, también utilizo la lengua de señas en algunos momentos de la película.
Al aceptar el proyecto, Insolera decidió trabajar sin un intérprete. “Probaré los primeros días con el equipo y si tengo dificultades les avisaré”, propuso al comenzar el rodaje. No se arrepintió: “Las cosas marcharon tan suavemente que decidí seguir así. El equipo estaba muy preparado para recibirme, y su actitud profesional fue lo mejor de todo. Cada persona, desde el elenco hasta los técnicos, tenían su modo de comunicarse conmigo: algunos con gestos, otros mediante la lectura labial, otros tomando notas en el smartphone”.
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