“Mi mejor amiga, Ana Frank”: la historia de dos niñas y su vínculo irrompible en medio del horror nazi

Josephine Arendsen y Aiko Beemsterboer protagonizan la película holandesa, basada en una historia real, que se estrenó en septiembre en los Países Bajos con gran éxito de público. Llegará a Netflix en febrero

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"Mi mejor amiga, Ana Frank": el film holandés, uno de los títulos que prometen destacarse entre los favoritos del público, se estrenará en febrero en Netflix. (Adelanto de la cinta)

Mi mejor amiga, Ana Frank (Mijn beste vriendin Anne Frank, su título original), la película de Ben Sombogaart que se estrenó en septiembre de 2021 en los Países Bajos, llegará a Netflix: en principio, el 1 de febrero ya estaría disponible. Está basada en la historia real de la amistad entre Hanna Goslar y Ana Frank, la adolescente que se hizo mundialmente conocida a partir de lo que relató en su diario íntimo sobre el horror del nazismo.

Goslar (interpretada por Josephine Arendsen) y Frank (Aiko Beemsterboer) eran íntimas amigas cuando estalló la Segunda Guerra Mundial en Europa; ambas viven de cerca la miseria y los estragos del avance nazi. Establecida en Holanda cuando el antisemitismo era razón de estado en la Alemania de Adolf Hitler, la familia Frank vivió tres años escondida en un ático, un anexo oculto de un negocio de especias. Tras su captura, Anna, su hermana y su madre terminaron sus días en un campo de concentración.

"Mi mejor amiga, Ana Frank"
"Mi mejor amiga, Ana Frank" está basada en la historia real de la amistad entre Hanna Goslar y la adolescente que se hizo mundialmente conocida a partir de lo que relató en su diario íntimo sobre el horror del nazismo. (Foto cortesía)

El film se traslada a ese momento, cuando Hannah y Anna logran reunirse en las instalaciones siniestras de Bergen-Belsen. Hannah intenta ayuda a su debilitada amiga, que se encuentra en condiciones insoportables para un ser humano, y a la vez arriesga su vida para salvar a Anna.

Basada en el libro Memories of Anne Frank: Reflections of a Childhood Friend, de Alison Leslie Gold, la película del holandés Simbogaart logró vender 100.000 entradas en el cine, y ahora apunta a ser un gran éxito en visualizaciones en Netflix.

Josephine Arendsen y Aiko Beemsterboer
Josephine Arendsen y Aiko Beemsterboer durante el rodaje de la película del holandés Simbogaart, que logró vender 100.000 entradas en el cine. (Foto cortesía)

La actriz que se desempeña como Ana Frank en el film viene forjando su carrera desde muy pequeña. En una entrevista reciente comentó: “Cuanto mayor es el desafío de un nuevo papel, más ansiosa me siento. A menudo he interpretado a hijas adolescentes que atraviesan una determinada etapa de sus vidas. Por eso el papel de Ana Frank fue tan especial. De repente tuve que interpretar a alguien más joven, que acaba en un campo de concentración”.

Para las escenas en el campo de concentración, agregó, debió encerrarse previamente durante cinco horas, para sentirse afectada: “Y cuando ves el número de serie de Anne escrito en tu brazo, te toca, por supuesto”. Aiko contó también que le costó deshacerse de este personaje una vez que terminó la filmación: “Pensé en muchas cosas... Soy más consciente de dónde viene mi libertad. Y eso no es tan obvio. Esa película me dio una mejor idea de la guerra que lo que había leído en los libros de historia“.

Hannah y Ana terminaron en
Hannah y Ana terminaron en el campo de concentración de Bergen-Belsen, donde lograron reunirse. Ana no sobrevivió. (Foto cortesía)

Actualmente Hannah Goslar tiene 93 años y vive en el barrio Kiryat Moshe, de Jerusalén occidental. Había nacido en Alemania en 1928, pero ella y su familia se trasladaron a Holanda para escapar del gobierno nazi que perseguía, despojaba, torturaba y masacraba a los judíos. Hannah fue enviada primero al campo de Westerbrok y luego a Bergen-Belsen, donde también estaba su amiga Anna Frank. Hannah logró sobrevivir.

Para realizar esta película Sombogaart visitó muchas veces a Goslar. Hablaron de los hechos, de sus recuerdos, de sus sentimientos. Dada su edad avanzada, Goslar lo urgió a terminar la película cuanto antes, porque quería verla antes de morir. Pero entonces la pandemia de COVID-19 arrasó Europa —la mayoría de las escenas fueron filmadas en Hungría— y el rodaje se detuvo. No obstante, Sombogaart logró retomarlo y, apenas tuvo la película editada, se la mostró a Goslar y su familia.

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