Después de casi nueve años, Attack on Titan (Shingeki no Kyojin) llega a su temporada final. La serie se basa en el manga del mismo nombre creado por el mangaka Hajime Isayama en 2009 a partir de un one-shot de 2006. Unos años después llegó su adaptación animada, que se convirtió en uno de los anime más populares de la historia. Este relato con alto impacto y un nivel de animación destacado, produjo escenas que ya son icónicas para el género y rompió récords de audiencia.
Mañana, domingo 9 de enero, se va a estrenar la segunda parte de la cuarta temporada. A través de 12 capítulos se dará cierre a la serie que empezó en 2013. La última entrega va a tener la enorme responsabilidad de adaptar el arco más complejo del manga a nivel emocional a la vez que visual, lo que va a representar un desafío especial para MAPPA, el estudio a cargo.
¿Pero de qué se trata esta historia? El primer capítulo del anime nos ubica en el distrito Shiganshina, en la isla Paradis, en el año 845, cuando la humanidad vive protegida detrás de tres muros circulares llamados María, Rose y Sina. En un mundo que parece ser medieval —con algunos elementos que remiten a una estética steampunk—, la principal amenaza son los titanes, unas criaturas con forma humana pero de gran tamaño que parecen perseguir un único objetivo: devorar personas.
Desde el principio se hace referencia a la construcción de los muros —que son un objeto de culto— 100 años antes, hecho que marcó el inicio de una temporada de paz para las personas que viven allí, protegidas del mundo fuera de las murallas, que se presenta hostil. La serie nos presenta a los tres personajes principales: Eren, Mikasa y Armin, y a la Legión de Reconocimiento, el cuerpo del ejército que se dedica a explorar el exterior. La calma del primer capítulo se rompe con el gran disparador de la serie: la aparición del Titán Colosal, que supera la altura de las murallas y genera un hueco, dejando indefensa a la zona más expuesta de la nación de Paradis.
En el segundo episodio la trama da un salto de cinco años y los protagonistas se encuentran enfrentando el desafío de ingresar a la Legión de Reconocimiento. Pero el estreno dejó un interrogante sin resolver, que luego se volverá clave: el padre de Eren, antes del ataque del Titán Colosal, emprende un viaje y le promete que a su regreso le mostrará el secreto que se esconde en el sótano de su casa.
La historia inicialmente se presentó como una trama de supervivencia, en la cual la humanidad lucha contra una amenaza que parece salvaje y sin un objetivo concreto. Progresivamente fue evolucionando en complejidad, sumando temáticas mucho más profundas relacionadas con la estrategia militar y referencias a políticas de segregación. La última temporada redefinió muchas de las relaciones entre los personajes y se pudo ver cómo los objetivos de Eren evolucionaron en forma extrema desde el inicio de la serie.
La combinación de una narrativa con múltiples elementos atractivos y una gran cantidad de personajes con fuertes identidades hizo de Attack on Titan uno de los contenidos más populares de los últimos años, no solo para los fans del género. El nivel de impacto de la primera parte de la cuarta temporada fue tal, que en Estados Unidos llegó a convertirse en el contenido más visto, superando a nombres destacados como The Mandalorian, Cobra Kai o WandaVision.
En América Latina, la última temporada se va a poder ver a través de Crunchyroll, que liberará un capítulo por fin de semana en el mismo día de su estreno en Japón. Los horarios para cada país son: 14:45 en México; 15:45 en Colombia, Perú, Panamá y Ecuador; 16:45 en Venezuela, Bolivia y Puerto Rico, y 17:45 en Argentina, Chile, Paraguay, Brasil y Uruguay. Si algún usuario quisiera empezar a leer el manga, la plataforma tiene disponibles los tres primeros volúmenes, que recorren una parte importante de la primera temporada.
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