“King’s Man: el origen”: la precuela viaja 100 años atrás para contar cómo se formó la agencia de inteligencia secreta

King’s Man: el origen (The King’s Man) nos retrotrae a los comienzos de la primera agencia de inteligencia internacional: funciona como una precuela de Kingsman: el servicio secreto (Kingsman: The Secret Service) y Kingsman: el círculo dorado (Kingsman: The Golden Circle), estrenadas en 2014 y 2017 respectivamente. La esperada película que dirigió Matthew Vaughn se estrena en las salas de cine de América Latina hoy, jueves 6 de enero, y a la vez invita a repasar luego las dos cronológicamente siguientes.

El elenco de King’s Man: el origen es en su mayoría británico: lo encabezan Harris Dickinson y Ralph Fiennes, quienes interpretan a un padre y un hijo miembros de la aristocracia en los albores de la Primera Guerra Mundial. Recordemos que Fiennes (el temible Voldemort de Harry Potter, por mencionar solo un papel de este extraordinario actor) forma parte de toda la saga. Vaughn había lo había elegido mucho antes de que Fiennes aceptara el papel: “Cuando escribo siempre tengo actores en mente, y a Ralph lo tenía en mente. Siempre pensé que sería un fantástico Bond por muchas razones. Cuando me reuní con él fue gracioso, porque Ralph es increíblemente muy Kingsman, de una manera extraña. Es un hombre totalmente serio que no se toma en serio a sí mismo y que tiene un gran sentido del humor. Trabajar con él fue una delicia”.

En esta nueva entrega lo acompañan Gemma Arterton (Polly), Rhys Ifans (Rasputín), Matthew Goode (Maximilian Morton), Tom Hollander (el rey Jorge V del Reino Unido, el zar Nicolás II de Rusia y el káiser Guillermo II de Alemania) y Daniel Brühl (Erik Jan Hanussen). También participan los actores Djimon Hounsou (Shola) y Charles Dance (Lord Kitchener). Gemma Arterton resumió en una entrevista el real objetivo de esta precuela: “Tiene todo lo que a la gente le gusta de Kingsman: la sofisticación, el estilo, la atención al detalle, el impresionante vestuario y lo británico de todo. Pero tiene más peso. Es una película más solemne”.

En la de 2014, Kingsman: el servicio secreto, se presentaron al personaje de Harry Hart (interpretado por Colin Firth), un afable caballero inglés y espía, y a Gary Eggsy Unwin (Taaron Egerton), un chico de origen humilde necesitado de una figura paterna. Harry reclutó a Eggsy, lo entrenó y lo capacitó, como caballero y como espía, y los dos, junto con sus colegas de Kingsman, derrotaron al malvado multimillonario y magnate de la tecnología Richmond Valentine (Samuel L. Jackson).

En Kingsman: el círculo dorado, la segunda película, la organización estaba en los Estados Unidos: bajo el nombre de Statesman, enfrentaba a una emprendedora narcotraficante llamada Poppy Adams (Julianne Moore).

Ahora los eventos se trasladan un siglo atrás para explicar cómo y por qué comenzó la agencia Kingsman. Esta ficción se entrelaza con acontecimientos históricos, con personajes imaginarios y otros reales. Entre ellos se destacan Rasputín, el místico y político de gran influencia entre los últimos Romanov; los tres monarcas interpretados por Hollander; el diplomático y militar Herbert Kitchener, de capital importancia durante la expansión colonial y nombrado conde, y el astrólogo austríaco, entrenador de Adolf Hitler en su histrionismo, Erik Jan Hanussen.

Vaughn, a su vez considera que se trata de una película de época dirigida al público moderno. “Quiero que las nuevas generaciones vean que, cuando hay locos dirigiendo el mundo, las cosas se pueden descontrolar muy rápidamente. Cuando a nadie se le ocurría que podría haber una guerra, hubo una guerra, y nadie entendió por qué había guerra. La Primera Guerra Mundial fue una absoluta y pura locura, y Kingsman se fundó a causa de eso”, comenta y concluye: “Espero que tenga el éxito suficiente como para que podamos ir atravesando su historia, década por década, y mostrar cómo fue cambiando el espionaje”.

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