No miren arriba es la película del momento. Su retrato de los políticos y los medios ha generado revuelo, discusiones y todo tipo de interpretaciones. En diferentes países los espectadores locales vieron reflejado su propio entorno, aun cuando la película transcurra en Estados Unidos. Pero el director Adam McKay tira parte de sus dardos contra los presentadores de noticieros de televisión. Cate Blanchett y Tyler Perry interpretan a dos carismáticos y divertidos conductores que hacen cualquier cosa menos ocuparse de la importancia de la noticia que tienen delante.
Pero, antes de No miren arriba, el mismo realizador escribió y dirigió dos comedias que son clásicos contemporáneos del género y que muestran de forma disparatada pero precisa, cómo funcionan -o más bien no funcionan- los noticieros de televisión. Estas sátiras del mundo de los medios son Anchorman: The Legenda of Ron Burgundy (2004) y Anchorman 2: The Legend Continues (2013), ambas disponibles en Paramount Plus.
Anchorman es el nombre en inglés que recibe el presentador de un noticiero. En este caso, el protagonista es Ron Burgundy (Will Ferrell) un presentador de noticias del canal 4 de San Diego, California. La historia de esta primera entrega transcurre en la década del setenta y Burgundy se cree el rey del mundo, una persona cuya pedantería no es ni sospechada por él y su equipo de periodistas: Brick Tamland (Steve Carell), Brian Fantana (Paul Rudd) y Champion “Champ” Kind (David Koechner). Todo se pondrá de cabeza cuando llegue una periodista mujer, Veronica Corningstone (Christina Applegate) y todas las viejas reglas machistas se vean cuestionadas. La película es la ópera prima de Adam McKay, quien escribió el guion junto a Will Ferrell. Se trata de una comedia en el sentido más estricto del término, es decir que el gag es más importante que el discurso y sin sentido del humor no se puede uno ni acercar a esta obra maestra.
Pero lo que Anchorman hace, si uno tiene el chance de dejar de reírse un segundo, es satirizar la forma en la cual los medios se fueron torciendo cada día más hacia algo diferente a un espacio de información. Tantos gags perfectos tiene la película, que tiempo después apareció otra película construida con las tomas y escenas que quedaron afuera. El premio extra son un gran número de invitados especiales, todos estrellas de la comedia americana contemporánea.
La línea iniciada por este film se profundizó en Anchorman 2, realizada nueve años más tarde. Se repite el elenco, pero ahora están en Nueva York y se inicia la era de los canales de noticias. Adam McKay acá redobla la apuesta en todo. El humor es aún más absurdo y disparatado, y al elenco se le suman Harrison Ford, James Marsden, Kristen Wiig y Greg Kinnear. Los cameos de famosos son muchos más y finalmente la sátira contra los medios es mucho más afilada y precisa. Anchorman 2 muestra lo que los canales de noticias aportaron al caos general y cómo multiplicaron la superficialidad en los temas. Una vez más, las risas se multiplican, pero las ideas son demoledoras.
Luego de su época de comedias puras, Adam McKay se volcó al que muchos han considerado como films más serios e importantes, cosechando nominaciones y premios por todos lados. The Big Short (2015) y Vice (2018) fueron nominadas al Oscar a mejor película y el propio McKay recibió nominaciones a mejor guion y dirección en ambos casos. The Big Short cuenta la crisis financiera del 2018 y Vice es una biografía despiadada del vicepresidente Dick Cheney. La primera es muy ambiciosa y sofisticada, con una habilidad narrativa digna de ser destacada, la segunda está completamente fuera de tono y los chistes son demasiado obvios y subrayados. McKay parece haber dejado de confiar en la inteligencia de los espectadores.
En No miren arriba combina ambos estilos y el resultado es un poco desparejo. Es divertido cuando habla del periodismo, pero se pasa de obvio con los políticos. Tiene momentos sofisticados y otros que son caricaturas que parecen tener miedo de que el espectador se encariñe con los villanos de la película. El descomunal elenco la convirtió en la película número uno en Netflix a nivel mundial y todos tienen algo para decir sobre la historia. Esta alegoría del cambio climático a partir de la llegada inminente de un meteorito gigante parece haber tocado una fibra sensible en el mundo del 2021. Las personas han empezado a desconfiar más que nunca de los gobernantes y los medios, y las redes han fluctuado entre el compromiso y la locura total. Las mejores dos películas de Adam McKay siguen siendo Anchorman y Anchorman 2 pero son tan sutilmente inteligentes que no han recibido premios ni prestigio, solo son dos comedias perfectas. Veremos si No miren arriba termina en la carrera de los Oscars o solo es un fenómeno efímero de Netflix.
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