El contador de cartas no es una película sobre el juego, es la historia de William Tell (interpretado por Oscar Isaac), un militar retirado que es llevado a prisión. Allí aprende una técnica especial para contar cartas y así tener más posibilidades de ganar en los juegos. En determinado momento se cruza con Circk (interpretado por Tye Sheridan), un joven que busca vengarse de John Gordo (interpretado por Willem Dafoe), un hombre que usa su poder para abusar de los presos y toda clase de personas. La motivación de Cirk es hacer justicia por las torturas a las que fue sometido su padre, y mientras buscan su redención, los protagonistas son financiados por Linda (interpretada por Tiffany Haddish), quien los apoya en los juegos de póquer que se realizan en Las Vegas.
Paul Schrader es el director de esta cinta y expone en esta su particular punto de vista sobre la crisis de los valores en la sociedad americana. Todo esto lo hace a través de un personaje que no adopta el juego como un vicio o una adicción, sino como una forma de darle un orden a ese mundo que le rodea. En El contador de cartas, Tifanny abandona la comedia para sumergirse en un personaje enigmático y Oscar Isaac se pone en la piel de alguien que parece ser inexpresivo, pero que con tan solo un gesto o una mirada puede llegar a decir mil cosas.
Toda la trama gira en torno a la redención, la venganza y el remordimiento, pero en especial sobre la liberación que sienten los personajes al lograr un objetivo que aparentemente es cruel, pero puede llegar a ser solo un ajuste de cuentas o ese llamado karma. Esto, luego de ver cómo la tortura dentro del ejército estadounidense sirve como un arma de guerra y que algunas personas no tienen en cuenta las consecuencias de sus actos.
No se trata de otra película en la cual los protagonistas solo buscan venganza y nada más. El contador de cartas es una fuerte crítica a ese mundo militar estadounidense, ese mismo que ha dejado secuelas irreparables en personas que regresan a su hogar y no logran adaptarse nuevamente a su vida cotidiana.
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