Leonardo DiCaprio y Jennifer Lawrence, ambos ganadores del Oscar, interpretan al doctor Randall Mindy y su alumna, Kate Dibiansky, quienes durante su trabajo en un observatorio descubren un meteorito del tamaño del monte Everest que impactaría en el planeta Tierra en seis meses y significaría el fin de la humanidad. Sobre la inspiración de este film, Adam McKay, director del mismo, dejó algunas declaraciones al respecto (y no son muy alentadoras). No mires arriba está en Netflix.
Don’t Look Up es, por sobre todas las cosas, una comedia que se burla de la clase política mundial, pero se centra en los hechos desde la perspectiva estadounidense y desde allí analiza el panorama global. Luego de entender que hay temas más importantes para los que gobiernan en su país, la dupla protagonista deberá buscar una manera de concientizar sobre el inminente peligro y así lograr que reaccionen los diferentes gobiernos del mundo ante el posible final de la raza humana. Nada está más lejos de la realidad.
Durante un panel en el Deadline Contenders Film en Los Angeles el pasado noviembre, Adam McKay, director del film, detalló: “Independientemente de lo que hayas votado, creo que todos tenemos que admitir que ver a un presidente de los Estados Unidos con la idea de ingerir lejía para hacer frente a una emergencia médica es una situación inusual” y agregó: “Cuando eso ocurrió, enseguida mandé un mensaje a mi productor, Kevin Messick, y otro a Leo (DiCaprio) y a Jen (Lawrence), la cual dijo: ‘Ok, vamos a hacer esto un poco más loco’”. Está claro que el accionar de la humanidad frente a una pandemia dejó estos eventos bastante “de película” y acerca mucho más a un film como el de McKay.
Por otra parte, la revista TIME entrevistó a Lindley Johnson, oficial de la Oficina de Coordinación de Defensa Planetaria de la NASA -sí, existe ese puesto-. En dicha oficina, se encargan de estar en constante alerta por posibles peligros para el planeta que vengan directamente desde el espacio exterior. Esto llamó la atención de la NASA y Lindley fue de las investigadoras que leyó el guion y habló sobre los acontecimientos. Confirmó que está dentro de sus funciones la de observar fragmentos espaciales de más de 140 metros de diámetro. También agregó que son detectables y que su trabajo es ofrecer alternativas para superar una crisis similar.
También dejó en claro que con los tiempos que se plantea el conflicto, mientras la tecnología no avance “no hay chance de contar con tantos días para encontrar una solución”, sentenció. Y en el caso de encontrar una solución, difícilmente sea la que plantearon en la película porque “no se puede romper o estallar un asteroide que está a nada de impactar con el planeta”. Johnson mencionó que utilizar explosivos podría ser un enorme peligro porque ese fragmento de grandes dimensiones se convertiría en pequeños pedazos, que de igual manera, serían riesgosos.
Don’t Look Up, la tan esperada película de Adam McKay, se estrenó el 24 de diciembre y ya lidera el ranking de Netflix y de películas más vistas.
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