La chica de Oslo, una coproducción de Noruega e Israel, se convirtió en tendencia en Netflix en cuestión de días. Dirigida por Uri Barbash y Stian Kristiansen, esta serie de 10 episodios cuenta la historia de Pía Bakke (Andrea Berntzen), una joven noruega que viaja a Israel para pasar tiempo con sus amigos, Noa y Nadav Solomon (Shira Yosef y Daniel Littmann). Pero los planes se frustran cuando los capturan miembros de ISIS. El objetivo de esta organización terrorista es exigirle al gobierno de Noruega que libere a 12 prisioneros palestinos más un hombre encarcelado en ese país, Abu Salim (Abhin Galeya).
A cambio de esos integrantes de ISIS dejarían libres a Pia, Noa y Nadav. Si el gobierno noruego no accediese a sus demandas, los tres rehenes serían asesinados.
La madre de Pía, una diplomática noruega llamada Alex, se instala en Israel para encontrar a su hija, y comienza así un calvario. “Aprovecha su relación con viejas amistades —y un gran secreto— para intentar liberarla”, resume la sinopsis. La serie combina drama y suspenso con el entramado de fondo del accionar de los grupos terroristas.
La primera escena muestra a los padres de Pía, Karl y Alex Bakke (Anders T. Andersen y Anneke von der Lippe respectivamente) llegan al apartamento de su hija con una torta de cumpleaños. Pero la sorpresa se frustra cuando al golpear la puerta los recibe una compañera de cuarto (a quien los padres no conocen) y les cuenta que Pia se marchó de un día para el otro.
Cuando Alex llega a Israel entra en contacto con un ex colega diplomático con quien había tenido una relación amorosa. Se trata de Arik (Amos Tamam), ahora funcionario del Departamento de Inteligencia israelí. Este hombre será clave para ayudar a Alex a encontrar a la joven. Mientras tanto, en Oslo el esposo de Alex intenta negociar con la autoridades, que se niegan a liberar a los detenidos: Noruega no negocia con terroristas, argumentan.
La chica de Oslo sigue el estreno, hace dos años, de la serie sueca Califato, que también abordó las acciones de las células terroristas en Europa a través del reclutamiento de jóvenes.
Si bien permite entender cómo se suceden los hechos, en el marco de mucho suspenso, tal vez esta serie noruego-israelí no sea para quienes prefieren las historias dinámicas. En cambio, gustará a todo aquel que disfrute de historias sobre rehenes y la tensión de su liberación o su asesinato. Cada episodio suma dramatismo y misterio y plantea nuevas dudas sobre el paradero de estos tres jóvenes.
El resto del elenco lo componen Shadi Mar’i, Daniel Litman, Anders T. Andersen, Rotem Abuhab, Jamil Khoury, Abhin Galeya, Hisham Suliman, Shaniaz Hama Ali y Vered Feldman.
SEGUIR LEYENDO: